-
El presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier. / Pepo Herrera -
El presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier, en los desayunos de esta mañana en La Raza. / M. J. Fernández
La propuesta que lanzara el hermano mayor de la Macarena hace unos años sobre un posible cambio de día, no se ve ahora tan descabellada y podría ser una de las soluciones a largo plazo a los problemas de la Madrugá. Preguntado sobre esta cuestión, el presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier, ha asegurado que “si la Macarena quiere una nueva Madrugá para su hermandad, que la pidan”.
En el desayuno informativo celebrado esta mañana en el restaurante La Raza, el máximo responsable de la institución cofradiera repasó los últimos acontecimientos vividos esta Cuaresma sobre la Madrugá y los intentos por abordar cambios que mejoren su fluidez. En primer lugar, señaló estar “apesadumbrado” por no haber conseguido llegar a un acuerdo, anulado a última hora por una disfunción horaria de 21 minutos entre el Silencio y la Macarena en el cruce de Trajano con San Miguel. Sin querer señalar culpables, dijo que el fracaso se ha debido a “un cúmulo de circunstancias, por todos ya conocidos” en el que no ahondó y del que espera que todos hayan recapacitado “y que cada uno haya visto su parte de culpa para que se pueda solventar el año que viene”.
No obstante, Bourrellier reconoció abiertamente que la noche más hermosa de Sevilla “no tiene una solución a largo plazo”. Su principal escollo es el continuo crecimiento de los cuerpos de nazarenos, como el previsto este año para la Madrugá de más de 700. “Hay que ir probando y buscar una solución cada dos o tres años”, añadió al tiempo que invitó a todos los implicados -incluida la prensa- a realizar propuestas que puedan ser estudiadas. Es por ello que, como ya avanzó este fin de semana El Correo de Andalucía, este año se va a realizar un nuevo conteo de la jornada de la Madrugá, “un estudio integral de cómo andan las cofradías”, que analizará los tiempos de paso en Carrera Oficial y también en los trayectos de ida y de vuelta de las hermandades para que “no se tire el horario a la salida de la Catedral”.
Planteada la opción que hace unos años expuso el hermano mayor macareno, Manolo García, sobre una segunda Madrugá, Bourrellier dijo lo siguiente: “Si la Madrugá se sigue estirando, pues a lo mejor la propuesta de Manolo García no sería ninguna locura. Si la Macarena quiere una nueva Madrugá para su hermandad, que lo pidan”. Eso sí, matizó que “hoy por hoy no lo ve, pero si la Macarena se planta en 4.000 nazarenos y todas las demás siguen creciendo, no se va a estar sentado en una silla desde las doce de la noche a la una del mediodía. El momento óptimo de crecimiento que estamos viviendo las hermandades también trae esto”.
De cara al próximo año, el presidente del Consejo vaticinó novedades en la Madrugá: “Va a haber cambio de orden sí o sí, seguramente el año que viene. Igual hermandades con 400 años de historia tienen que cambiar de día o de orden porque no es viable porque está taponando el día o está creando un problema de seguridad”. Lo que dijo no querer ver en ningún momento a “nazarenos entrando en manifestación en la Campana”. En este posible reajuste también hay unos límites que no se pueden traspasar para no interferir en el Jueves Santo, como bien apuntó Bourrellier: “El cambio de orden sí, pero la Macarena, por ejemplo, no puede salir antes de las doce de la noche, que es la madrugada”.
Desde el Consejo, por último, se apeló a la buena voluntad de las hermandades para cumplir con los horario establecidos finalmente para esta Madrugá, que son los mismos que el año pasado, sin los 20 minutos de más: “Confío en que hagan todas un sacrificio, como ya lo hizo la Macarena el año pasado”.