Del gozo de la plenitud al pesar por la Madrugá

Los incidentes de la noche del viernes desdibujan un balance con luces y sombras

16 abr 2017 / 22:03 h - Actualizado: 16 abr 2017 / 22:16 h.
"Consejo de Hermandades y Cofradías","Semana Santa 2017","Sucesos de la Madrugá 2017"
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El balance de la Semana Santa de 2017 debe pivotar inevitablemente entre el gozo por diez días de plenitud de procesiones y la honda preocupación que reina entre las autoridades y el mundo de las cofradías por cómo extirpar de la Madrugá un mal endémico, el de las estampidas, que la azota periódicamente y que ha logrado –con cinco zarpazos en dieciocho ediciones– modificar los hábitos de los sevillanos a la hora de echarse a la calle para seguir esta jornada.

El buen tiempo y el calor fueron la tónica reinante durante la primera parte de la semana, especialmente entre el Lunes y el Miércoles Santos con temperaturas que fluctuaban en torno a los 30 grados, lo que ha permitido disfrutar de una Semana Santa plena desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección. No hay que remontarse mucho tiempo atrás para encontrar otra Semana Mayor con todas las cofradías en la calle: la última fue la de 2015, que también se recordará como la de la visita del rey Felipe VI. En esta ocasión, las altas temperaturas han llegado a convertirse en un serio problema para las cofradías de más largo recorrido, obligándolas a replantarse la logística y la intendencia de sus cortejos y a reforzar los puntos de avituallamiento de agua a lo largo de sus recorridos. Una servidumbre que, a buen seguro, todas las cofradías estarían dispuestas a pagar cada Semana Santa.

Las estampidas

¿Qué hacemos con la Madrugá? Es la pregunta que hoy se hace todo el mundo después de que la jornada cimera de la Semana Santa haya sido zarandeada, por quinta vez desde el año 2000, por nuevos episodios de estampidas que descompusieron los cortejos y provocaron escenas de pánico e histeria colectiva. El saldo de estos incidentes es desolador: más de cien personas sufrieron traumatismos y contusiones, de las que 17 requirieron traslados a centros hospitalarios, una de ellas por un traumatismo craneoencefálico y otra afectada por una rotura de cadera. Hoy mismo el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, se reunirá con el Consejo y los hermanos mayores de la jornada para empezar a poner las bases de lo que habrá de ser la Madrugá de 2018 y el marco general de la Semana Santa, con modificaciones que pueden afectar incluso a la Carrera Oficial. El Consejo de Cofradías anuncia que propondrá medidas drásticas en materia de seguridad y «que también pueden afectar a los recorridos y horarios de las hermandades». Para el presidente del Consejo, Joaquín Sainz de la Maza, «tiene que haber un antes y un después de esta Semana Santa». Hay que salvar la Madrugá, «aunque ello suponga renunciar entre todos a muchas cosas». Hay hermanos mayores de la jornada que se declaran «escépticos» y temen que los tumultos de este año pasen factura el próximo con un acentuado descenso de integrantes en la lista de la cofradía. El de este año ha sido uno de los zarpazos más duros desde el año 2000, no sólo por el amplio parte de lesiones sino por la angustia que padecieron muchos nazarenos, niños y jóvenes la mayoría, a los que se les hará muy difícil borrar de sus mentes las escenas de pavor vividas. Las consecuencias podían haber sido mucho peores. Gracias a que el Cecop había declarado como vía de evacuación el eje Puente de Triana-San Pablo, precisamente una de las zonas más afectadas por las carreras, todos los puestos de venta ambulante fueron trasladados a calles adyacentes y los veladores retirados.

El retraso del Lunes

La primera Semana Santa de Joaquín Sainz de la Maza deja detalles para analizar en profundidad. A la espera de la aplicación del bisturí en determinadas jornadas, la consigna principal para todos los días de la Semana Santa era el cumplimiento estricto de los horarios. Preocupa el serio retraso acumulado por el Lunes Santo, que alcanzó los 39 minutos en la Puerta de los Palos. Y también habrá que estudiar cuáles han sido las causas de los 25 minutos de retraso con el que se cerró el Domingo de Ramos en la Puerta de los Palos, que sólo eran 13 hasta que llegó El Amor. El Miércoles casi cuadró sus horarios y el Jueves Santo funcionó como un reloj, a pesar de que Monte-Sión se topó con una ambulancia en la estrechez de Francos cuya presencia a punto estuvo de colapsar la jornada. Curiosamente las dos jornadas consideradas más «problemáticas» y sobre las que penden avisos inminentes de reformas funcionaron a las mil maravillas. El Martes Santo cuadró sus horarios y la Madrugá, pese a todos los incidentes vividos, cerró sus horarios en la Puerta de los Palos con sólo dos minutos de retraso, lo que demuestra, según fuentes del Consejo, que no es necesario adelantar la jornada.

Resurrección triunfal

Después de lo vivido ayer en las calles de Sevilla, con una plaza de la Campana abarrotada de un público que se apoderó «al asalto» de las sillas libres dispuestas en el inicio de la Carrera Oficial para recibir a la cofradía de la Resurrección, la pregunta que se deben plantear en Santa Marina es si realmente son necesarios otros dos años de prueba para que los hermanos den por bueno el nuevo horario matinal de la cofradía. Nunca antes el cortejo de la calle San Luis se dio tal baño de multitudes y nunca antes tantos nazarenos de capas blancas anunciaron la Resurrección en Sevilla.

Controvertido dispositivo

Hasta la desagradable irrupción de los sucesos de la Madrugá, uno de los temas de debate más intensos lo constituía el férreo dispositivo de seguridad desplegado el Domingo de Ramos para la hermandad de la Amargura en calles como Francos, Alcázares y Santa Ángela, que impedía a los fieles y devotos acercarse a las sagradas imágenes. La hermandad emitió el Miércoles Santo un comunicado criticando el «desproporcionado dispositivo» y lamentando que el «aforamiento desmedido» en algunas calles de su recorrido haya supuesto una «merma» de uno de los fines de las cofradías: dar público testimonio de fe. Desde el Cecop se asegura que «todo dispositivo tiene su justificación» y que, en este caso, coincidió además con la presencia de «escaso público en la zona».

DETALLES

La estampa más singular, Guadalupe de hebrea

Aunque no exenta de cierta controversia, la de la Virgen de Guadalupe vestida de hebrea en su paso de palio en un guiño al medio siglo de su bendición ha sido la estampa más singular de esta Semana Santa. Sólo la Virgen de la Hiniesta salió antes así, en 1958, aunque por causas distintas.

La Semana Santa gana un bello conjunto

En 2016, debido a la lluvia, apenas pudo admirarse en la calle el nuevo conjunto que conforman la Virgen de Gracia y Amparo y la imagen de San Juan Evangelista. Este año la hermandad ha aportado un tono de ternura al conjunto con las manos del Discípulo Amado acariciando las de la Virgen y abrazando su cintura.

Las flores de palma en el palio del Buen Fin

Entre los exornos florales de los pasos destacan genialidades como las camelias de la Virgen de las Aguas, los jacintos en las esquinas de la Candelaria y la combinación de especies, incluida la flor de palma, del palio del Buen Fin. Los dos pasos de los Negritros resultaron primorosos.