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Alfombra instalada ante la capilla de los Negritos al paso de la Macarena (mayo de 2014). / Carlos Hernández
Se le llama así a la ofrenda que se extiende en el suelo de calles, plazas y avenidas al paso de una procesión. En el caso de la Semana Santa de Sevilla no suele ser habitual el uso de este tipo de ofrendas; sí, en cambio, es una estampa habitual en la mañana del Corpus sevillano, cuando el Ayuntamiento alfombra de juncia y romero las calles del recorrido de la procesión eucarística. Para la realización de este tipo de alfombras se emplean materiales de diversa naturaleza: arena, pétalos de flores, sales de colores, plantas aromáticas... En ocasiones, los diseños de estos coloristas tapices constituyen verdaderas obras de arte que requieren para su ejecución de muchas horas de trabajo. Una de las alfombras de mayor longitud de las instaladas en Sevilla se pudo admirar en la Plaza de San Francisco el 24 de mayo de 2014 con motivo del traslado de la Macarena a la Catedral para festejar el 50 aniversario de su coronación. En tan noble escenario, el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, junto a representantes de diversos colectivos y particulares, instalaron de madrugada una de las tradicionales y coloristas alfombras de sal que todos los años se confeccionan en la localidad gaditana por el mes de agosto con motivo de la festividad de la patrona sanluqueña, la Virgen de la Caridad. La alfombra tenía una longitud de unos 70 metros y se extendió entre las dos portadas del Corpus Christi de la plaza de San Francisco –una representaba al Arco de la Macarena y la otra a la fachada de la parroquia de San Sebastián– bajo cuyos arcos discurrió la dolorosa de San Gil camino del primer templo metropolitano. También en la procesión de la Virgen de la Estrella tras su coronación en 1999, al llegar al andén del Ayuntamiento, se había instalado un tapiz de tierras de colores del Teide, ofrecido por cofrades de La Laguna.