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Malco abofetea a Jesús en el paso de misterio de la hermandad del Dulce Nombre. / Teresa Roca
El protagonista de la entrega de hoy de esta Guía Cofrade es Malco, un personaje secundario de la Pasión que sólo es nombrado por su nombre por uno de los cuatro evangelistas. En el Nuevo Testamento, Malco es el nombre de un sirviente del Sumo Sacerdote, que colaboró en el apresamiento de Jesús en el Huerto de Getsemaní. Los evangelios narran que Simón Pedro, uno de los discípulos de Jesucristo, iba armado con una espada, la desenvainó y le cortó la oreja derecha a este miembro del séquito del Sanedrín. Jesús le sanó la herida y él se quedó sorprendido ante tal milagro. La historia es relatada en los cuatro Evangelios, pero sólo el evangelista San Juan deja indicado que el siervo se llamaba Malco. Precisamente, éste es el pasaje que representa cada Viernes de Dolores el misterio de la hermandad del Dulce Nombre de Bellavista, en el que Simón Pedro aparece con una daga en la mano presto a cortarle la oreja al sirviente. Malco también aparece representado en otros dos pasos de misterio de la Semana Santa sevillana. Una es en el paso de la hermandad del Carmen Doloroso, donde se escenifican las negaciones del apóstol Pedro. La escena se desarrolla en el patio de la casa de Anás y allí Jesús, preso y maniatado, vuelve su mirada al apóstol Pedro, quien lo niega por tres veces en presencia de una criada y un judío que los contempla. José de Arimatea, San Juan Evangelista, dos soldados romanos y un sayón –el célebre Malco– presencian la escena. Malco se sitúa en la trasera del misterio, sujetando con una mano la cuerda que ata las manos de Jesús y con la otra un palo. Con todo, el Malco más famoso de la Semana Santa sevillana es el que abofetea a Jesús en el misterio del Dulce Nombre. Si bien en los tres casos se trata del mismo personaje, no hay ningún texto, ni siquiera apócrifo, que sitúe a Malco en la casa de Anás.