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Santa Cruz recuperó la iconografía del Stabat Mater en la Semana Santa de 2004. / José Luis Montero
Se trata de una iconografía o composición que representa el pasaje evangélico en el que aparece la Virgen arrodillada al pie de la cruz. Históricamente Stabat Mater («Estaba de pie la Madre», en latín) viene de una secuencia (himno o tropo del Aleluya gregoriano), atribuida al papa Inocencio III y al franciscano Jacopone da Todi del siglo XIII. Comienza con las palabras Stabat Mater dolorosa («De pie la Madre sufriendo») y medita sobre el sufrimiento de María, la Madre de Jesús, durante la crucifixión de su hijo.
En la Semana Santa de Sevilla ha sido una representación recurrente cuando una hermandad introducía una imagen mariana y no contaba con muchos recursos económicos para sacar dos pasos. Entonces se optaba por colocar a la nueva dolorosa al pie de la cruz en un mismo paso. Fue lo que ocurrió durante un tiempo en El Museo y Santa Cruz. También se optó por esta composición en las primeras estaciones de penitencia de la hermandad de Los Javieres. La imagen del Cristo de las Almas con la Virgen de Gracia y Amparo –vestida de hebrea– se pudo ver en la calle por primera vez en 1969. Lo hacía entonces desde la iglesia del Sagrado Corazón de la Compañía de Jesús, donde se funda la corporación del Martes Santo. La imagen de este único paso se siguió repitiendo ya tras su traslado a la iglesia de Omnium Sanctorum –actual sede canónica– hasta 1979. Un año después se incorporaría por primera vez el segundo paso con la dolorosa bajo palio.
En el año 2004 la hermandad de Santa Cruz decidió recuperar en su primer paso esta iconografía perdida. Así a los pies del Cristo de las Misericordias volvió a procesionar la antigua dolorosa, hoy ya bajo la advocación de la Virgen de la Antigua, 25 años después de que lo dejara de hacer Los Javieres.