Venia histórica para El Amor

Los hábitos blancos de la hermandad del Olivo procesionan por primera vez como cofradía por la Carrera Oficial de Écija

25 mar 2018 / 21:14 h - Actualizado: 25 mar 2018 / 21:15 h.
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  • La cofradía del Olivo realizó ayer por primera vez estación de penitencia como hermandad. / M.R.
    La cofradía del Olivo realizó ayer por primera vez estación de penitencia como hermandad. / M.R.

«Venimos hasta aquí con el fin de mantener y promover el culto público y veneración a Dios Nuestro Señor y a la Concepción Inmaculada de su Santísima Madre, y piadosamente pedimos por Écija, por nuestro barrio, sus niños, matrimonios, ancianos y enfermos; rogamos que recen por las vocaciones sacerdotales y religiosas y queremos que sepan todos que Dios es Amor».

Con este párrafo pidió Agustín Martín de Soto, teniente hermano mayor del Olivo, la venia ante el palquillo del Consejo para que la hermandad sacramental del Señor del Amor pudiera hacer estación de penitencia en la Carrera Oficial, en la emblemática plaza ecijana del Salón y por la no menos señalada de Santa Cruz, una ocasión histórica que la lluvia que deslució la mañana del Domingo de Ramos no fue capaz de desbaratar.

Consciente de lo histórico del momento, Martín de Soto pidió «con inmenso honor y debido respeto» el permiso para la primera estación de penitencia del Olivo ya como hermandad, «por primera vez en su historia» y «para poder dar testimonio de devoción en este Domingo de Ramos». Igualmente era consciente de la historia el arcipreste de Écija, Ángel del Marco, al que no le correspondía dar la venia a la cofradía del Amor, pero que pidió hacerlo por la estrecha vinculación que le une a la nueva corporación, erigida canónicamente hace poco más de un año, el 20 de febrero de 2017.

En el palco de autoridades, junto a Del Marco, representantes de la hermandad de la Virgen del Valle, patrona de Écija, del Consejo de Hermandades de la ciudad y de la Sagrada Mortaja, corporación que cede el testigo de la más joven de Écija a los cofrades del Olivo, como quiso atestiguar el arcipreste antes de fundirse en un abrazo con Martín de Soto.

Del Marco agradeció «el regalo que me hace el Señor de poder dar la venia a una joven hermandad», 26 años después de que él mismo la pidiera para la entrada en la Carrera Oficial de la Sagrada Mortaja. «Que la patrona os proteja, os bendiga y os haga vivir siempre en el Amor de Aquel que es el Amor de los Amores», pidió el arcipreste de Écija por El Olivo.

La hermandad prefiere que antes que Del Olivo la llamen Del Amor, «que bien bonito que es el nombre y tenemos que ponerlo en valor», sonríe su hermano mayor, Pablo Herrera, un manojo de nervios antes de la procesión. Debutó convirtiendo su estación de penitencia en la más larga de la Semana Santa ecijana. Desde su barrio de La Alcarrachela y de las cuatro de la tarde a las doce de la noche, El Amor inundó la ciudad con los hábitos blancos de sus nazarenos. Salió de su barrio aplaudida por vecinos y visitantes y entró en Carrera Oficial a las 19.00 horas igualmente ovacionada por los ecijanos que ocupaban los palcos. El Señor del Amor, sudando sangre en Getsemaní, portó para la histórica ocasión el mantolín bordado de San Juan Evangelista de la hermandad de San Juan, y estuvo acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores Gran Poder, de Coria del Río.