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Actualizado: 11 jun 2017 / 22:31 h.
  • Correa y Messi, durante la concentración de la selección argentina. / El Correo
    Correa y Messi, durante la concentración de la selección argentina. / El Correo

El Sevilla tiene una joya en sus manos que responde al nombre de Joaquín Correa. El joven argentino, de sólo 22 años, llegó el pasado verano procedente de la Sampdoria en un traspaso valorado en unos trece millones de euros fijos más otros cinco en variables y con un contrato que une a las partes hasta junio de 2021. Las cifras hablan de la fe en este futbolista que ya sabe lo que es debutar con la selección de su país.

«Le conocemos desde hace tiempo, desde que despuntó en Estudiantes. Tiene una técnica muy buena, buen manejo de balón y de las dos piernas. La Sampdoria hizo un esfuerzo importante el año pasado para comprarlo y el jugador ya ha pasado ese peaje necesario como profesional», explicó Monchi durante la presentación del futbolista nacido en Tucumán.

Correa es un potente atacante con un físico privilegiado, 1,88 metros, diestro y capaz de jugar en cualquiera de las tres posiciones de la media punta. Formado en los escalafones inferiores de Estudiantes de la Plata, donde debutó como profesional con sólo 17 años, recaló en enero de 2015 en el equipo de Génova. En la campaña anterior a su fichaje por el club de Nervión disputó 25 partidos en la Serie A, consiguiendo anotar tres goles.

No era fácil llegar y besar el santo en un equipo como el Sevilla, inmerso entonces en un importante vuelco por la marcha de Unai Emery y la llegada de Jorge Sampaoli, además de vivir sensibles cambios en lo que a jugadores se refiere. Pero Correa trabajó en silencio y aguardó paciente sus oportunidades.

La calidad que atesora salió pronto a la luz, aunque sin continuidad en un Sevilla que luchaba por todo y en el que Sampaoli exprimió a los que consideraba sus mejores hombres. Al final, el atacante despidió la temporada con 34 partidos (26 de Liga, 3 de Champions, 4 de Copa del Rey y uno de la Supercopa de España). En ellos marcó 8 goles (4 en la Liga, 3 en la Copa y uno en la Champions). Además, dio 3 asistencias, para un total de 1.759 minutos sobre el césped.

Si Correa demostró a lo largo de la campaña que había que contar con él, en la recta final brilló especialmente. Fue titular jornada tras jornada, firmando actuaciones muy buenas, como por ejemplo la de Málaga, donde hizo lo que quiso pero no tuvo la fortuna de marcar un gol que hubiese puesto la guinda a una noche espectacular.

¿PUNTO DE INFLEXIÓN? Ese gran final de temporada y su enorme protección han llevado a Correa a debutar con la selección absoluta de su país, precisamente a las órdenes de Sampaoli. El pasado viernes, frente a Brasil, Correa entró en el descanso por Higuaín. El sevillista fue uno de los debutantes con Argentina junto a José Luis Gómez, Manuel Lanzini, Nicolás Tagliafico y Guido Rodríguez. Hasta ese día había sido internacional con la sub 17, sub18 y sub 20 entre 2011 y 2014. Ahora, con sólo 22 años, ya sabe lo que es jugar con una de las grandes candidatas al título en el Mundial de Rusia 2018 y este martes juega contra Singapur. Si continúa a este ritmo, su presencia podría ser una realidad. Es la nueva joya del club de Nervión.