Image
Actualizado: 02 dic 2016 / 07:11 h.
Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
  • Surco y Currito en casa

Hay tanta maldad en el mundo, tanta violencia e injusticias, que encuentro en mis perros toda la ternura y el cariño que necesito. Digo en mis perros porque, además de Surco, desde hace un mes tengo en casa a Currito, un chihuahua de tres meses que me quiere ya más que a su padre y al que quiero más que su madre. Uno pesa cuarenta kilos y el otro solo medio y tendrían que verlos peleándose por el pienso, corriendo por la casa o el patio y mirando embobados a los peces del acuario, como preguntándose qué hacen en ahí esos extraterrestres con los que no pueden jugar. Me decía el otro día una amiga que soy un niño grande, y es verdad. Hace medio siglo era un niño viejo que hablaba con los pájaros y con los olivos y que vivía en un mundo imaginario, creado, seguramente, porque ya entonces no me gustaba casi nada de lo que veía. Estos días buscaré el viejo árbol de Navidad, guardado en una caja, para montarlo con la ayuda de Surco y Currito. Somos ya una familia numerosa y eso merece un esfuerzo extra, uno más para encontrarle algún sentido a lo que llamamos vida.

ETIQUETAS ►