Los medios y los días

Pergaminos de alma

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12 dic 2018 / 09:27 h - Actualizado: 12 dic 2018 / 09:30 h.
"Los medios y los días"
  • Ana Lesman presentó este martes en Sevilla su primer libro, Pergaminos de alma. / El Correo
    Ana Lesman presentó este martes en Sevilla su primer libro, Pergaminos de alma. / El Correo

“El alma es del color que tú quieras pintarla”, dice Ana Lesman con su natural humildad de mujer hipersensible que vive por dentro pero respira bien hondo el aire exterior. Ayer presentó su primer libro, Pergaminos de alma (editorial Samarcanda) en la Librería Isla de Papel, en la Puerta Osario. El presentador de la obra, el periodista y escritor José Manuel García Otero, depositó el libro en la palma de una de sus manos, lo elevó levemente y lo definió con pocas palabras: “Aquí tienen ustedes un barquito lleno de abrazos, de besos y de caricias”.

Tal y como están las cosas, entrar en esa isla de papel para hallar sólo el sonido de la prosa poética y de los versos de Ana es todo un reposo en la batalla del vértigo diario. Es el primer libro de Ana que estudió periodismo y ahora estudia derecho. Afirma que necesitaba ponerlo en nuestras manos y ha acertado como aciertan todas aquellas personas que se lanzan a decirles a sus amigos, a sus familiares, conocidos y admiradores: “aquí tenéis mi alma, sin complejos, porque hay en este mundo demasiados superhéroes y a mí no me importa aceptar que mostraros literariamente mis adentros me vuelve grande y noble”.

Eso parece que nos quería anunciar Ana Lesman en el bautizo de su primera criatura de carne, alma y papel. “Quiero saber si tu conciencia aún duerme aferrada a mi perfume”, escribe Ana. Uno de sus lectores le apunta en su web que lamenta que sufra tanto, que le cante a un amor que ya no tiene ni le corresponde. Tal vez esa persona no sepa que se canta lo que se pierde, es cierto, pero al cantar se expulsan las penas del alma: llorar, reír o entonar una canción son las mejores terapias ocupacionales. Las emociones son tan necesarias como la razón, gracias a ellas no nos hemos extinguido como especie, la poesía es un alma cargada de futuro, podemos afirmar, cambiando sólo una letra de la frase de Gabriel Celaya, arma la trocamos en alma y ya tenemos alma para deleitar a los demás y arma para defenderse de las mediocridades y de las debilidades que hoy –paradójicamente- aparecen en forma de héroes que siempre suelen enseñarnos lo mismo, por muy positivos que nos los presenten: la violencia y la muerte. Ana nos muestra con palabras sosegadas la tormenta que circula por sus entrañas, se sienta inquieta frente a nosotros y nos dice: os presento a mi corazón herido, cansado, y al antídoto para su hastío: la poesía. Escuchadla si os place.