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Lutgardo García fue el pregonero de la Semana Santa de 2015. / José Luis Montero
Recuerda el pregonero, cuando de la mano de su padre, salía por la desvencijada cancela de la casa de la abuela donde olía a matalahúva y a café..., ¿existe una especie de formulario para ser pregonero? ¿Puede un calvo ser pregonero?, recordemos que la gomina debe ser parte del uniforme. Debe de tener pastas el pregón. ¿O las pastas mejor para el café del starbukcs?, con perdón.
¿Hay un terno adecuado? ¿Chaqué para el Maestranza? ¿Traje de chaqueta para casas regionales y tertulias cofrades?
¿La primera palabra marca el resto del pregón? El famoso «he dicho», ¿debe de ser el final? ¿Tiene cabida la sociedad actual? ¿Debe ser comprometido? ¿Qué es ser comprometido? La dicción debe ser excelsa o acercar el lenguaje al pueblo. ¿Debe de nombrarlas a todas? o sólo las suyas.
¿Qué marcha elegir? para el pregón de la tertulia cofrade, ¿valdría «corneteo» del bueno? o ¿siempre debe de ser de banda de música y cuanto más solemne mejor?
¿Rima o prosa?, prosa y rima. Y si rimas ¿vale tu cara mustia, angustia y tu pena Macarena y Sevilla con maravilla?
¿Pregón, exaltación, disertación...? donde acaba uno y empieza otro. Número de letras, frases, ubicación, auditorio. No es lo mismo hablar de cofradías mientras el señor Arzobispo y el señor Alcalde te miran, que oír la freidora que prepara las patatas que acompañaran al serranito y «ponme dos en vaso de sidra y una radler fresquita».
No es lo mismo comer después en el Alcázar que una barra de Cruzcampo de esas que acaba alguien haciendo con los dedos de caja de Tejera, con ese peculiar redoble que tiene la banda maestrante.
–Vamos a ver compadre, está muy bien todas esas diatribas que tienes. Dice mucho de ti como cofrade todas esas cosas que te preguntas. Te soporto el tono Iker Jiménez hablando de pregones como si estuvieras hablando de las líneas de Nazca, pero para una vez que conseguimos entradas para el Maestranza o te callas o te cayo que va a empezar Amarguras y como te oiga hablar, ahí no conozco.
–No coartes mi libertad de expresión, que tú eres muy de censura y los capillitas que amamos esto debemos siempre hacernos reflexiones. Shhhh ya ome.