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Antes de las obras, un arqueólogo y un técnico han realizado labores de limpieza. / M.M.
Durante más de cuatro años ha estado el Ayuntamiento de Marchena esperando el inicio de las obras en su recinto amurallado. Durante este tiempo, ha sufrido inclemencias meteorológicas y un deterioro progresivo de la zona que ha requerido incluso una actuación de urgencia en la muralla almohade. Sin embargo, tras estos problemas, el próximo lunes comenzarán los movimientos de tierra iniciales previas a las labores de restauración.
Desde el lunes 5 de septiembre, un arqueólogo y un técnico de la empresa constructora han estado a pie de obra realizando labores de limpieza –ya que la maleza ha crecido desde que se realizara el adecentamiento hace algunos meses–, así como repasando las medidas de seguridad y preparando las explanadas en las inmediaciones para recibir el acopio de material. Eso sí, según manifiesta la alcaldesa, María del Mar Romero, «los técnicos me dicen que la maquinaria pesada llegará el lunes para comenzar con los movimientos de tierra».
Aunque el Consistorio firmaba con Tragsa el convenio el pasado 20 de noviembre, diferentes vicisitudes han ido retrasando el inicio de las obras. Para arrancar era necesario previamente tener toda la documentación al día además del centro de trabajo instalado. El acta de replanteo comenzó a principios del año 2016, pero cuando los técnicos y el arquitecto observaron la situación real del recinto –cuyo proyecto inicial databa del 2011– se tuvo que realizar un reformado del mismo.
La alcaldesa atribuye este retraso al hecho de haber «tenido que empezar de nuevo, puesto que un reformado tiene que pasar la misma tramitación que un proyecto: primero realizarse, ir a Cultura, que le den el visto bueno y hacer un proyecto arqueológico, cuya aprobación es lo que actualmente estábamos esperando». Del mismo modo, han estado obligados a modificar el convenio que se firmó con Tragsa puesto que se sustentaba en el proyecto inicial y había que hacer un anexo al proyecto que incluyera el reformado. Así, la intervención que comenzará ahora comprenderá labores de restauración, comenzándose con la limpieza y consolidación de los lienzos, así como la restauración del portillo de la muralla. En concreto, la rehabilitación abarca la mitad del lienzo de la muralla con un presupuesto que asciende a cerca de 658.000 euros –492.874 a cargo del Ministerio y el resto del Ayuntamiento, quien financiará con un préstamo de la Diputación.
Romero respira aliviada esperando contemplar la maquinaria en la zona de actuación puesto que esta demora «incluso me quitaba hasta el sueño». Y aunque los técnicos han estado esta semana en la zona, los marcheneros podrán observar el avance real a partir de la próxima semana.