El pueblo del tomate reclama chefs

El IES Almudeyne aspira a un ciclo formativo de Cocina y Restauración y levanta el entusiasmo del Ayuntamiento y el Consejo Escolar Municipal

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
16 feb 2017 / 21:57 h - Actualizado: 17 feb 2017 / 09:24 h.
"Educación","Gastronomía"
  • Manolo Mayo oferta desde hace cuatro años cursos de cocina homologados por la Junta. / El Correo
    Manolo Mayo oferta desde hace cuatro años cursos de cocina homologados por la Junta. / El Correo
  • Prácticas de alumnos del restaurante Manolo Mayo, referencia hostelera en Los Palacios. / El Correo
    Prácticas de alumnos del restaurante Manolo Mayo, referencia hostelera en Los Palacios. / El Correo

Los Palacios y Villafranca, sexto pueblo por población y gran despensa de la provincia por mor de un campo que se hace huerta de los más renombrados tomates y sandías a un lado de su geografía y marisma de arroces al otro, pretende ahora también criar buenos profesionales de la hostelería en su propia tierra a través del ciclo formativo de Cocina y Restauración al que aspira el instituto más antiguo de la localidad: el IES Almudeyne. El centro, con un millar de alumnos que estudian Secundaria, Bachillerato y ciclos formativos de grado medio y superior de Sistemas Microinformáticos y Contabilidad y Finanzas, sueña con formar a alumnos también en un terreno que los fogones de más solera del pueblo conocen de sobra aunque sea en la práctica. «Se trata de un sector con muchísima salida en el terreno laboral porque aquí, entre bares, restaurantes y cáterings, se precisa mucha mano de obra, pero sería un reto conseguir que fuera una mano de obra formada, especializada», asegura la directora del instituto, María Luisa Pazo, que ayer se reunió por primera vez en la Delegación Provincial de Educación «para lanzar la idea, nuestro deseo», advirtió. «Este primer paso no es ni siquiera una petición formal, sino una reunión informal para dar a conocer las intenciones del centro», explicó.

En cualquier caso, la reunión ha levantado expectación en tanto que la petición de un ciclo formativo relacionado con la hostelería está respaldada por el voto unánime del Consejo Escolar Municipal, presidido por el Ayuntamiento, aunque «no sepamos aún si sería un ciclo de Formación Básica o un Grado Medio», como advierte Pazo. El propio alcalde palaciego, Juan Manuel Valle (IU), ha seguido de cerca el asunto a través de su concejal de Educación, Manuel Carvajal, que ayer concluía –tras conversaciones con los responsables del centro- que «la reunión» había sido «muy positiva» y que «la Junta ha mostrado al menos predisposición a atender la petición del IES Almudeyne». «A partir de ahora van a valorar el plazo para la imposible implantación», ha asegurado el regidor palaciego, y añadido: «Como Ayuntamiento, esperamos que ese plazo sea de un curso o dos como máximo, porque nuestro pueblo necesita diversificar la oferta formativa».

En el instituto, desde luego, la idea ilusiona, entre alumnos y docentes, no solo porque la cocina se haya convertido en una profesión al alza en los últimos tiempos, en vista de los prestigiosos chefs que está dando nuestro país, sino porque precisamente uno de los sectores punteros dentro de la oferta turística palaciega es el de la restauración. No en vano, el mayor atractivo del pueblo –en cualquier fecha, no solo durante sus Rutas de la Tapa y similares- es «venir a comer», como sostienen el alcalde y los propietarios de algunos de los principales restaurantes locales que han iniciado en los últimos años diversos proyectos promocionales de una rica gastronomía que tiene al alcance de la mano lo mejor de los invernaderos, del río, de la marisma y del mar. Así, los restaurantes Manolo Mayo, Casa Moral, La Pachanga y Casa Juanma han impulsado rutas gastronómicas en el pueblo que se suman a rutas culturales y a la conocida como Ruta del Arroz, que implica a otros pueblos de ambas riberas del Bajo Guadalquivir.

El vicedirector del Almudeyne, Francisco González, recordaba también ayer que «la ilusión del centro está justificada» al señalar que «incluso instituciones sin ánimo de lucro como la asociación Cadena de Favores había tenido todo el instrumental de cocina en los peores años de la crisis y carecía de profesionales que muy bien hubieran podido hacer allí sus primeras prácticas». «Además, no hay oferta así en los alrededores», insistía. En este sentido, al margen de en la capital, solo pueblos como Carmona, Morón, Burguillos o Constantina, disponen de ciclos relacionados con la cocina.

Desde luego, cocinas para practicar no escasean en un pueblo en el que Casa Moral se erige ya como un espacio multigastronómico con nueve núcleos distintos –uno de los restaurantes más grandes de la provincia- y hasta el restaurante Manolo Mayo enseña ya. «Nosotros ofertamos desde hace al menos cuatro años cursos de cocina y restauración a todos los niveles, homologados por la Junta de Andalucía», recordaba ayer Francisco José Mayo, uno de los propietarios del afamado restaurante, que lleva años queriendo trasladar esa «pequeña escuela de hostelería» a su finca Santa Clotilde, situada a cuatro kilómetros en el borde de la N-IV en dirección a Sevilla. «Allí contaríamos con más amplitud y con la posibilidad de formar a un mayor número de alumnos», señala Mayo, cuya casa ha ganado en varias ocasiones el galardón Bib Gourmand que otorga la Guía Michelín, o el Sevilla Tapas Week, entre otros reconocimientos.