Astigi, entre los hallazgos más importantes del mundo en 2015

La revista ‘National Geographic’ se rinde ante los «deslumbrantes» vestigios romanos del Picadero

29 dic 2015 / 21:17 h - Actualizado: 29 dic 2015 / 21:23 h.
"Arqueología"
  • Un arqueólogo trabaja en la recuperación del mosaico ‘Los amores de Zeus’ de Écija. / M.R.
    Un arqueólogo trabaja en la recuperación del mosaico ‘Los amores de Zeus’ de Écija. / M.R.

Que 2015 ha sido un año arqueológicamente intenso en Écija lo prueban la gran cantidad de hallazgos desenterrados en el yacimiento de la Plaza de Armas, el Picadero. Sobre todo, el edificio colosal con suelo de ricos mármoles y el no menos enorme mosaico que representa Los amores de Zeus, descubrimientos que han merecido la atención de la prestigiosa revista National Geographic, que los incluye en su lista de los 10 más vistosos del año.

La revista califica de «deslumbrantes» los hallazgos romanos descubiertos en la Plaza de Armas de Écija a lo largo de 2015. En concreto, cita «un edificio público de la antigua Astigi, con muros imponentes y pavimentos de mármol de colores; y un mosaico del siglo III en un estado de conservación excelente, que recrea las estaciones del año y temas mitológicos como los amoríos de Zeus».

Los descubrimientos del Picadero encabezan una lista en la que también aparecen una tumba celta en Lavau (Francia) del siglo V a.C; las tumbas de la dinastía XVIII descubiertas en el Valle de los Nobles (Egipto); una máscara del dios Pan en Hippos-Sussita (Israel), fechada alrededor de los siglos I y II d.C.; tres estatuillas y dos cabezas de la desaparecida civilización Caral (Perú); los fósiles del Homo naledi en la cueva Rising Star (Sudáfrica); el cementerio de barcos en Fourni (Grecia); un tesoro de 4.000 monedas romanas en Ueken (Suiza); una tumba etrusca en Città della Pieve (Italia); y el mausoleo del marqués de Haihun en Nanchang (China).

Los vestigios del espectacular edificio público romano fueron los primeros en aparecer de esta completa lista. Los primeros restos fueron desenterrados en enero de este año y conforme ha ido avanzando la excavación ha aflorado su colosal tamaño, que quedó al descubierto un mes después, en febrero. Se trata de un edifico con muros decorados de hasta 2,5 metros de altura, con el estuco en un excelente estado de conservación y pinturas murales de rica policromía que representan motivos vegetales.

Pero no solo los muros llaman la atención, sino que también el pavimento de la estancia del edificio de la Écija romana es «un alarde técnico por su complejo diseño y sus materiales importados de todos los rincones del Mediterráneo, por ejemplo mármoles de Túnez y Esparta», como revelaba el arqueólogo municipal, Sergio García-Dils.

INVESTIGACIÓN INICIAL

De este edificio apenas se ha descubierto una octava parte, unos 100 metros cuadrados, al norte de las excavaciones. Su excepcionalidad se debe a «la cantidad de lo conservado y el nivel de conservación, el tamaño de la estructura y su calidad», resume García-Dils, que explica que «no es normal que unos restos arqueológicos alcancen semejante altura ni que estén tan bien conservados» teniendo en cuenta que ronda los 2.000 años.

No menos espectacular es el mosaico romano del siglo III, de 40 metros cuadrados (cinco por ocho metros) y que representa escenas figurativas relativas a los amores de Zeus. La pieza, de una gran calidad técnica, fue realizada con teselas ocres de terracota y de pasta vítrea, un material poco frecuente y que habla del nivel económico del propietario de la estancia en que fue hallado.

EL PALACIO DE PEÑAFLOR DE TALLER DE RESTAURACIÓN

El mosaico –extraído del yacimiento en más de 30 partes y conservado en los almacenes del cercano Palacio de Peñaflor para su restauración– consta de 14 escenas, de las que se han perdido totalmente dos y una tercera se conserva de un modo parcial. Entre otros episodios mitológicos están representados Dánae y la lluvia de oro, el rapto de Europa, Leda y el cisne, Cástor con un caballo, Antíope y un sátiro, y Ganímedes y el águila que lo lleva al monte Olimpo. Una vez pueda ser restaurado, un proceso que puede durar dos años, el mosaico volverá a colocarse de nuevo en su emplazamiento original.