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Momento de la presentación del libro. / El Correo
Las Can era un grupo de amigas surgido en La Aulaga, una aldea de El Castillo de las Guardas. Pasaban los largos días de verano tirando de imaginación para dejar de lado el aburrimiento. En las competiciones de juegos y deportes con otras aldeas –e incluso con los niños– solían ganar siempre. Y en pleno auge del Equipo A, decidieron llamarse Equipo Can –poder en inglés–, porque ellas podían con todos. Sus aventuras partían de los juegos tradicionales, en la calle y en el campo. Todas esas peripecias estivales son la base de Las Can, una serie de libros infantiles y juveniles que acaba de presentar su sexta entrega.
Quien pone todas esas aventuras negro sobre blanco es la que el grupo definía como «la Can fantástica», Mary Carmen Delgado Barranquero. «Una persona y dos facetas: por el día números y por la noche letras», se define. Y es que es su trabajo en una sucursal bancaria el detonante de su producción literaria. El estrés laboral le provocó insomnio, que canalizó escribiendo sobre la diversión y los juegos de su infancia. Dotada con una desbordante imaginación desde la infancia, aderezado con su creatividad y con los recuerdos que renacían «en los entonces novedosos grupos de WhatsApp de amigos» empezó a dar forma de cuento a «esa época donde mi única preocupación era divertirme».
Es trianera, aunque su familia paterna proviene de Berrocal, en Huelva. Su abuelo, llegada la jubilación, compró una casa en la pedanía castillera para disfrutar del campo. «Pasábamos allí los fines de semana y los veranos». La pedanía creó el grupo que supuso el punto de partida para las aventuras, y el resto de enclaves de su vida han sido los escenarios desde los que arrancar sus fantasías literarias. «Intento ensalzar siempre lo mío y nuestra cultura», dice.
Los libros se inician con las situaciones que viven las chicas y sus amigos –alguno de ellos incluso ha llegado a alcalde en El Castillo –. «Can somos muchas. Las principales son las que aparecen en el logo. En cada libro van entrando y saliendo las demás, como pasaba en el propio grupo». Cada persona eligió el nombre con el que quería aparecer en los libros, y realizó una pequeña descripción de su personalidad para estas historias.
Ellos mismos han aportado recuerdos, anécdotas y situaciones que después han enriquecido la narración. «Como el día que estábamos aburridas e hicimos un mapa para hacer creer a los niños que había un tesoro escondido». Una vivencia con la que arranca el primero de los libros, Las Can y el misterio de la ciudad dormida, publicado en 2014.
Aventuras tanto para niñas como para niños, el segundo volumen, Las Can y el misterio del avión desaparecido vio la luz en el mismo año. Los dos números siguientes –Las Can y el misterio del eslabón perdido y Las Can y el misterio de la sagrada reliquia– fueron publicados en 2015. El quinto, Las Can y el misterio de la leyenda dorada lo hizo en 2016.
El último, Las Can y el misterio de la daga y el corsario, fue presentado recientemente en la Casa de la Provincia, con participación de los Seises, que forman parte de la nueva historia.
Todos los libros cuentan con un enigma y contenido histórico, revisado por historiadores, «para que cuando terminen de leerlo los niños hayan aprendido algo». Incluye también juegos tradicionales, a los que Las Can reales jugaban y las literarias transmiten. Motivo por el que «estos relatos también gustan a los mayores», al recrear su infancia.
Pero aunque las seis historias recogidas en los libros hasta el momento editados parten de un contexto real, todas se completan con una aventura imaginaria. Van tomando distintas épocas y culturas, «lo mismo están en el imperio Azteca, que en Cádiz o Pompeya. Lo de esta ciudad fue un sueño que tuve en la época del instituto». Además, se articulan con un exhaustivo trabajo de recopilación: «Durante meses estudio sobre el tema que voy a tratar en el libro, para aprender y después poder escribir».
Comenzó editando ella misma los libros, para después pasar a coeditar y acabar con la reedición de todos ellos de manos de una editorial. «Es como cuando se tiene un hijo. Empiezas cuidándolo y llevándolo tú a los sitios. El hijo crece y empieza a defenderse solo, hasta que en el tercer paso, que experimento ahora, es como cuando una madre ve que el hijo se ha hecho grande y vuela solo».
La nueva reedición cuenta además con las ilustraciones de Gloria Barranco, «quien ha sabido plasmar en sus dibujos los argumentos». Lejos de estar agotada, la saga tiene asegurada su continuidad al menos con dos nuevos libros. Pero la creatividad Delgado no se limita a Las Can, puesto que ya prepara un álbum infantil ilustrado, además de otros proyectos.
«No vivo de escribir libros», asegura. «Lo hago porque me divierto y lo paso bien escribiendo». Por ello, su principal aspiración es que sus libros «queden en una buena familia que los cuide». Así piensa que será la mejor forma de que se sigan viviendo sus aventuras y que «probablemente Las Can lleguen muy lejos».