Detenido por reproducir una tumba en el capó del coche de su expareja

La víctima encontró sobre su vehículo un crucifijo, dos jarrones con flores y una especie de cirio. La denuncia considera estos hechos, que se han repetido en varias ocasiones, como «riesgo medio» de violencia de género

19 jul 2018 / 18:10 h - Actualizado: 19 jul 2018 / 20:40 h.
"Violencia de género","Guardia Civil"
  • La mujer se encontró su coche lleno de pintadas y con un crucifijo en el capó. / M.G.
    La mujer se encontró su coche lleno de pintadas y con un crucifijo en el capó. / M.G.

Un vecino de Cantillana, M.P.O, de 51 años, ha sido detenido después de que su expareja presentase una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Tocina, tras encontrarse su coche este jueves completamente cubierto de pintura y con la «reproducción» de una tumba en el capó del vehículo. No es el primer caso similar que sufre por lo que, además de denunciar el caso, ha pedido amparo y protección dentro de la Ley contra la violencia de género, al sospechar de su expareja como presunto autor de los hechos.

El coche lo encontró totalmente manchado de pintura, con palabras ilegibles, cuando salió de su casa para ir a trabajar a las siete de la mañana. Lo primero que apreció fue la pintura, pero cuando se acercó al coche comprobó que en el capó se había reproducido algo similar a una tumba, con un crucifijo colocado cerca del cristal, dos jarrones con flores y una especie de cirio. El crucifijo estaba rodeado de un círculo negro, y debajo había escritas unas palabras ilegibles, como el resto del coche, donde lo único que se apreciaba con claridad era el número 68 escrito en la puerta delantera izquierda. A los destrozos sufridos se une el hecho de que tenía las ruedas pinchadas.

La propietaria del coche, M.M.V.R., acudió a la Guardia Civil para presentar la denuncia, citando a los agentes que no se trataba de un caso aislado, ya que el mismo vehículo ha sufrido distintos ataques en las últimas fechas. Algunos de esos ataques los comunicó la propia afectada a través de su perfil en Facebook, donde publicó la imagen que acompaña a esta información.

A través de esa misma vía, asegura que lo primero que padeció fue encontrar el vehículo con el motor contaminado por azúcar. La habían introducido a través del depósito de gasolina, sin que la cerradura del tapón, que se abre con llave, estuviese forzada ni tuviese indicios de haber sido abierta de forma violenta. Antes del suceso, el coche ya fue encontrado por primera vez con las ruedas pinchadas, y los ataques, según asegura, se han ido sucediendo en momentos concretos, como cuando se encontró un espejo retrovisor arrancado de cuajo.

El ataque con pintura que se produjo este jueves tuvo un precedente el 5 de julio, día en el que denunció que había encontrado todo el vehículo cubierto con pintura rosa. Mientras que en el último suceso era una especie de spray de color negro el usado por el presunto autor de los hechos, en esta ocasión parecía que se había lanzado sobre el vehículo un cubo de pintura.

La propietaria presentó denuncia ante la Guardia Civil. No sólo denunció los hechos, sino que reclamó la protección que recoge la Ley 35/1995, de 11 de diciembre, como se recoge en la denuncia, que cita que se considera que sufre un riesgo «medio» de violencia de género.