Era un día marcado en el calendario parroquial. Desde las 7 de la mañana, el equipo multidisciplinar de la parroquia junto a la dirección de la obra (los carmonenses Gabriel Rodríguez y Germán Pérez) se coordinaban con Campanas Rosas para el dispositivo de bajada de las campanas de la torre.
Comenzó bajando Santa Bárbara, protectora de las tormentas. Tras ella, Santiago, San Cristóbal Prima, de menor tamaño y justo después, una de las joyas, la campana Santa María, que es de principios del siglo XVI. Fue una de las más fotografiadas por las decenas de curiosos que allí se congregaban desde bien temprano.
Una vez finalizado el lado oeste, la grúa se trasladó al lado este, donde hizo descender a la carraca de madera en forma de cruz griega que volverá a sonar; así como a las campanas Santísimo Sacramento, San Cristóbal, Santa María de la Asunción –la más moderna, refundida en 1984– y San Pedro, la última en bajar. Una operación milimétrica, ejecutada con maestría. La empresa jiennense estima en dos meses y medio la restauración. Mientras, el equipo multidisciplinar de la parroquia junto a Adarve seguirá ahondando en la investigación para su posterior divulgación. Igualmente, se está rodando un documental sobre todos estos trabajos, dirigidos por la productora local Planea.
Durante este periodo que está previsto duren todos los trabajos e investigaciones se intervendrá en el campanario con la restauración de los paramentos por la empresa Sateg y, así, colocar después las nuevas piezas de las campanas, primando la madera (yugos) y nuevos motores acompasados que provoquen el menor sufrimiento en las piezas y, por último, recuperar sonidos perdidos desde hace décadas por la citada Campanas Rosas.
Según confirmó el párroco, José Ignacio Arias, «el 8 de diciembre será la inauguración oficial de las nuevas campanas y los nuevos sonidos, aprovechando la festividad de la Inmaculada, que saldrá en procesión por los alrededores de la parroquia». Igualmente, Arias espera «el sí definitivo de la Junta para comenzar la segunda fase aprovechando la colocación de las campanas a finales de octubre y así sustituir las esferas del reloj de cristal con fisuras por un metacrilato más seguro», concluyó.