Écija estrena carreta y más

La hermandad del Rocío astigitana inicia su 41º camino hacia la aldea con un carruaje en el que toda la madera que recubre la plata es nueva. El Simpecado visitó al Cristo de la Salud

28 may 2017 / 08:39 h - Actualizado: 28 may 2017 / 08:39 h.
"El Rocío en la provincia"
  • La renovada carreta de la hermandad del Rocío de Écija atraviesa las calles principales de la localidad antes de partir rumbo a la aldea almonteña. / M.R.
    La renovada carreta de la hermandad del Rocío de Écija atraviesa las calles principales de la localidad antes de partir rumbo a la aldea almonteña. / M.R.

Pasado un minuto de las diez de la mañana salía el Simpecado de la hermandad del Rocío de Écija de la parroquia de Santa María, terminada la misa de romeros, para subir en la carreta que ya lo lleva al Rocío y que este año es nueva: toda la madera que recubre la plata bruñida del carruaje –y la que no cubre la plata también– es de estreno. Y además la plata ha sido restaurada. Con esas novedades ha partido para la aldea almonteña la hermandad del Rocío de Écija, la primera, junto con Osuna, de las corporaciones rocieras de la provincia de Sevilla que sale hacia las marismas, un ritual que en este 2017 cumple 41 años.

Más de doscientos romeros acompañan al Simpecado ecijano en su camino de una semana al Rocío, según Antonio Martín, hermano mayor de los rocieros de Écija. «Parece que la crisis está remitiendo y hay cada vez más gente joven que peregrina con nosotros», se alegra Martín, que piensa que este rejuvenecer de peregrinos «es buena señal, porque la gente que va a quedar para el futuro es la más joven».

El hermano mayor de la hermandad del Rocío no cuenta las personas que han salido el sábado y que volverán para atrás el domingo o incluso antes, y que se contentan con participar en el camino apenas hasta la vecina localidad de La Luisiana. Dice que «cada vez son menos: no los contamos, la verdad; caminan un rato con nosotros, se cansan y vuelven», resume.

El sol ecijano que han sufrido los romeros astigitanos en su salida también es buena noticia para Antonio Martín, que recuerda «la manta de agua que nos cayó el año pasado». El de 2016 fue un camino pasado por agua. «Nada más que el segundo día nos cayeron 120 litros, y en todo el camino tuvimos que soportar más de doscientos», rememora el hermano mayor.

Como no hay mal que por bien no venga, ese mal tiempo del camino de 2016 permitió añadir novedades y cambios al peregrinar de este año. «Con tanta lluvia al segundo día tuvimos que improvisar sobre la marcha y cambiar todas las paradas», explica Martín. Así que el lunes, después de cruzar el río Corbones y de sestear en Carmona, los romeros ecijanos pasarán la noche en El Viso, algo que hicieron el año pasado obligados por el agua y que han mantenido en este por repetir la experiencia.

Pero las novedades del Rocío de 2017 han empezado antes para los ecijanos. Tras salir de Santa María, el Simpecado subió hacia la iglesia de San Gil. Es la primera vez que la hermandad del Rocío visita al Cristo de la Salud –en vías de restauración–, una de las imágenes más veneradas, si no la que más, por los cofrades astigitanos. La visita salda una pequeña cuenta pendiente con la hermandad de San Gil, a la que querían haber visitado los rocieros ecijanos el año pasado. Al paso hacia el Altozano astigitano, otra hermandad, la de San Juan, ha salido al paso del Simpecado, con el que se han encontrado en la esquina de Emilio Castelar. «Es que su casa hermandad está en una calle muy estrecha y la carreta no pasa con los bueyes», argumenta Antonio Martín.

Y tras visitar San Gil, a Santa Cruz a despedirse de la Patrona, la Virgen del Valle, y camino al Carmen, a visitar a la Virgen de la Soledad, para dirigirse luego a la plaza del Matadero, donde los romeros ecijanos cantaron el Ángelus y desde donde salen de la ciudad, por el Camino de los Romeros, en dirección a la aldea.

Primeras paradas

Las primeras paradas de los ecijanos son las de la pedanía de Villanueva del Rey y La Luisiana. El domingo llegan a Fuentes de Andalucía, donde sestean en la finca El Travieso y hacen noche en El Chaparral. El lunes pasarán el Corbones y rezarán el Ángelus en El Derramadero, para dirigirse luego a Carmona y dormir en El Viso. El martes pasarán Alcalá de Guadaíra y dormirán en Dos Hermanas y el miércoles les espera la Virgen de la Estrella en Coria; sobre las cinco y media de ese día cruzarán el Guadalquivir.

El jueves pasarán La Puebla del Río y el viernes tienen previsto cruzar el Quema a las diez y media de la mañana, haciendo noche en el Pozo Máquina para llegar el sábado a la Raya Real y a la aldea. Antes de las seis de la tarde, cruzarán el Ajolí y se presentarán en la ermita pasadas las seis y media.

La vuelta a Écija empieza el martes, sobre las siete de la mañana, y termina con su entrada a las 21.30 horas por el mismo Camino de los Romeros por el que este sábado han iniciado el camino número 41 de la primera hermandad sevillana al Rocío.