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Antonio Sanz, durante la inauguración de las obras del arroyo Riopudio. / El Correo
La comarca del Aljarafe ya tiene su gran pulmón verde, después de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) haya concluido los trabajos de restauración medioambiental del arroyo Riopudio que han supuesto una inversión de 11,7 millones de euros. El presidente de la CHG, Manuel Romero, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, y los alcaldes de cinco de los nueve municipios que se han beneficiado de esta actuación –Coria del Río, Mairena del Aljarafe, Bormujos, Espartinas y Palomares del Río–, estuvieron presentes en la inauguración de estas obras, que han consistido en redimensionar el cauce del río para darle mayor estabilidad hidráulica, en recuperar la vegetación natural del entorno, en proteger las márgenes frente a la ocupación privada y en potenciar el uso público y social del área restaurada. Y es que el deterioro del arroyo se había acentuado en los últimos años, después de que la actuación que comenzó en 2008 fuese paralizada dos años más tarde, sufriendo entre 2009 y 2010 erosiones, socavones, descalces y aterramientos como consecuencia de diversas avenidas, por lo que el Organismo de cuenca tuvo que retomar el proyecto casi desde el inicio, firmándose el acta de reanudación de los trabajos con fecha 1 de agosto de 2013.
Dos años más tarde, «la CHG ha cumplido con una de sus grandes apuestas», señaló Romero, quien destacó que la magnitud de este proyecto de restauración hidrológica-forestal beneficia a más de 150.000 habitantes.
En concreto, se ha actuado a lo largo de más de 200 hectáreas. Para la recuperación vegetal de sus márgenes se han restaurado 48,7 hectáreas del cauce y se han reforestado otras 150 más, mientras que más de 18 kilómetros han sido forestados con especies de ribera. En total, se han plantado alrededor de 52.000 árboles y arbustos y se han retirado hasta 80.000 metros cúbicos de residuos dispersos por el cauce.
Por otro lado, y con el fin de devolver al entorno su valor de corredor verde y su uso público, se han desarrollado senderos para peatones y ciclistas de más de 31 kilómetros de longitud, así como cinco áreas de descanso, con sendas de conexión, 13 puentes de madera peatonales y zonas de aparcamiento y uso común. Para acondicionar el cauce, se han protegido las márgenes con escollera y se ha instalado una decena de diques.
Este proyecto ha tenido un control arqueológico y medioambiental exhaustivo en el que se ha mimado hasta el más mínimo detalle para lograr una perfecta armonía entre paisaje, medio natural y rural. Además, Romero recordó que este proyecto reducirá los efectos de las posibles avenidas, gracias al aumento del cauce, «al que se le ha dotado de más estabilidad hidráulica e hidrológica».
Por otro lado, el presidente de la CHG hizo hincapié en que es un «entorno abierto al resto de la provincia», realizando un llamamiento al cuidado de la zona y solicitando la «implicación» de los ayuntamientos en la conservación del espacio natural, teniendo en cuenta que el Organismo de cuenca ya asumió en su momento –aparte del coste de la restauración– el montante derivado de los actos vandálicos que se registraron en la obra, por un valor superior a los 90.000 euros.
En la misma línea, Sanz felicitó de manera reiterada a los regidores presentes por la recuperación de una zona «que estaba degradada para el disfrute de los ciudadanos» y por haber conseguido «devolver a la sociedad en las mejores condiciones este corredor verde de gran valor ambiental y paisajístico».