El Ayuntamiento de Aznalcóllar exige mejoras urgentes para la A-477

El mal estado del firme, la falta de visibilidad en algunos tramos y el estado de los puentes están provocando accidentes de diversa consideración y protestas de los vecinos

31 ago 2017 / 08:00 h - Actualizado: 30 ago 2017 / 21:00 h.
"Movilidad","Tráfico","Seguridad vial","Accidentes de tráfico","El Correo de la Provincia"
  • Así quedó el camión que se salió de la vía el pasado 22 de agosto, esparciendo su carga sobre el firme de la carretera. / El Correo
    Así quedó el camión que se salió de la vía el pasado 22 de agosto, esparciendo su carga sobre el firme de la carretera. / El Correo
  • El accidente produjo numerosas retenciones en la A-477. / Federico Caparrós
    El accidente produjo numerosas retenciones en la A-477. / Federico Caparrós

La carretera A-477, que une Aznalcóllar y Gerena, acumula accidentes que se producen casi a diario. Este hecho ha despertado las alarmas sobre la falta de seguridad y la necesidad de buscar soluciones para «una carretera considerada peligrosa». Por ello, el Ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, Juan José Fernández, ha comenzado a exigir mejoras para esta vía con el objetivo de poner fin al alto número de siniestros que se registran. Esta carretera soporta una alta densidad de tráfico –6.500 vehículos al día según las estadísticas oficiales– ya que une la localidad con la autovía A-66, la forma más cómoda de llegar a la capital. Además es la que da acceso a distintas zonas industriales y al Parque de Actividades Medioambientales de Andalucía (PAMA), lo que conlleva el tránsito de vehículos de gran tonelaje.

El trazado acumula sucesiones de curvas, falta de visibilidad en algunos tramos y mal estado en el firme. La existencia de dos puentes –uno sobre el río Guadiamar y otro sobre el arroyo de Los Frailes– aumentan la peligrosidad. El primero, de dos carriles diferenciados, cuenta con uno rehabilitado, «y nos consta que la intervención en el segundo, que está anulado, ya se ha licitado y está adjudicada. Esperamos que empiece en septiembre», explicó el regidor, «aunque llevamos pidiéndolo desde septiembre de 2016». El segundo, de menor extensión y anchura, «ya se ha llevado algunas vidas», algo que «no es aceptable».

La carretera no reúne las condiciones necesarias para la cantidad de vehículos que la transitan, menos aún para los de alto tonelaje. «No es la velocidad o la seguridad, es la propia carretera la que provoca los accidentes, porque la mayoría se concentran en una recta. Los baches, las ondulaciones, la falta de arcén los provocan». Además, «el inicio de la explotación de la mina supondría la circulación de más de 10.000 vehículos. No vamos a consentir que la carretera siga en esta situación», explicó Fernández. «Son apenas 8 kilómetros y un puente de unos 15 metros. Para la Junta eso no supone coste. Desde luego vale menos arreglar eso que la vida de las personas» indicó.

Por todo ello, se ha solicitado a la Delegación territorial de Fomento y Vivienda que, «de forma urgente», ponga la atención sobre la A-477. «Se necesita un estudio exhaustivo para mejorar la carretera y reducir el alto grado de siniestros». El alcalde constata la buena sintonía y comunicación con la Delegación y los técnicos, confiando en que «se ponga la mirada en Aznalcóllar para solucionar este problema». Lo que se pide desde el Consistorio es «dotar de más anchura a la carretera con arcenes y eliminar las curvas peligrosas y los puentes».

Los usuarios de esta vía, cansados y preocupados por la situación de la carretera que transitan a diario, usan las redes sociales para mostrar sus quejas. Federico Caparrós es uno de ellos. Fue testigo del accidente registrado el pasado 22 de agosto, en el que un camión volcó, quedando cruzado en la vía y esparciendo su carga. En esta ocasión, afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas ni mayores consecuencias que las derivadas de los inconvenientes del corte de la vía y las labores de retirada del camión y recogida de los residuos. Una situación que se prolongó varias horas y que provocó retenciones y desvíos, con el consiguiente perjuicio para los usuarios.

Caparrós afirma que, a lo largo de su extensión, «hay poca visibilidad, los arcenes y cunetas son estrechos, algunos con desniveles grandes, que ante cualquier imprevisto pueden provocar un accidente mayor al tener que invadirlos». Incide en que el problema de la falta de visibilidad también es por escasez de control en la vegetación: «en La Mirandilla, por ejemplo, los árboles están casi a pie de carretera, por lo que la vegetación impide ver bien». Reconoce que «hay muchos baches y desniveles» y explica que «no hace mucho se parchearon, pero con tanto tránsito como hay ha acabado en peor estado del que estaba». «Sobre los puentes mejor no hablamos», añade, porque «están en muy mal estado, estrechan la anchura de la carretera y no están en condiciones». Como usuario diario de esta carretera, Caparrós afirma haber presenciado desde enero «hasta 9 porrazos entre coches, el vuelco de ese camión u otro que, por el estado de la carretera, vertió aceite y muchos coches se salieron de la vía».

Como él, muchas de las personas que usan esta carretera para sus desplazamientos aseguran que se dan soluciones provisionales que en nada solventan los problemas estructurales. Incluso se achaca el alto grado de accidentes a los camiones que la transitan: «van demasiado cargados, algunos van dejando caer la carga. A veces hay chatarra que provoca pinchazos. Y cuando llueve todo es aún peor».

Por todo ello, el Ayuntamiento confía en una inminente reunión con los responsables de la Junta de Andalucía y que pronto comiencen a realizarse actuaciones que pongan fin a los problemas de una carretera tan importante para el pueblo como esta.