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Un momento de la manifestación celebrada esta mañana. Foto: M.M.
Bajo el grito «¡No nos mires, únete!», los padres y madres de los alumnos del CEIP Antonio Machado se han concentrado para exigir el arreglo del centro educativo. Son meses y meses de reivindicaciones exigiendo una solución a los problemas de cimentación del colegio, ubicado en la Barriada del Rancho.
Era a las 9:30 de la mañana cuando, a las puertas del colegio, se reunían antes de comenzar la jornada de huelga, así como la marcha hasta las puertas del Ayuntamiento, para protestar por el estado en el que se encuentra el edificio.
Desde el AMPA, llevan meses movilizándose. De hecho, el año pasado, antes de finalizar el curso lectivo, exigían una solución ya que “los principales problemas que tenemos son de cimentación. Lo arreglaron hace unos años y, a pesar de que nos dijeron que era definitivo, los problemas de grietas han vuelto al cole”.
Los desplazamientos en el terreno han obligado a la clausura de una parte del edificio, afectando a aulas, comedor y salón de actos. Concretamente se ha tenido que reubicar el comedor en la sala de informática, “dejando los ordenadores sin utilizar”. Además se han tenido que dividir aulas para que los alumnos pudieran continuar con las clases. Entro otras deficiencias, denuncian también las humedades y la falta de salón de actos “por lo que las actividades las tenemos que hacer en el patio, con el frío que hace”.
Exigen soluciones a los problemas de cimentación
Según han detallado ante los medios, no pueden seguir permitiendo que sus hijos lleven más de un año “con el colegio hundiéndose, con la mitad precintado, recibiendo clases en la mitad del espacio necesario, y sin poder hacer uso del salón de actos o el aula de informática”.
Rosa es madre de un niño de tres años y pide que “se arregle el colegio porque los azulejos se caen. De hecho, a mi hijo se le cayó uno al lado”. Su pequeño ha entrado en el centro hace escasos meses, sin embargo, tiene otro de seis meses y espera que “esté arreglado cuando entre al colegio”.
Su único sueño es que “se arreglen las grietas y la humedad que hay en las aulas” señala Rosa mientras comienza la marcha junto a Rosario. Esta abuela acompaña a su nieto hasta el Ayuntamiento. Cuenta que “el niño está en una clase que la han dividido y apenas se pueden mover” se queja Rosario.
Al llegar a las puertas del Consistorio se ha dado lectura a un manifiesto donde se relataban los problemas que están sufriendo ya que “desde hace más de un año, nuestros hijos están asistiendo un colegio que se está moviendo, con grietas cada vez más grande, con techos de los que caen cascotes, con ventanas que debido al desplazamiento no se pueden cerrar, con un salón de actos precintado, al igual que la sala del AMPA y el comedor”. Entre otras peticiones, se ha exigido “que la Delegación de Educación conceda de manera inmediata una cita a las familias para trasladarle la problemática y que se adopten las medidas para solucionar los problemas de cimentación”.
El acalde, Juan Manuel Rodríguez, quien bajaba a atender a los padres a las puertas del Ayuntamiento, recalcaba que “sin ser alarmistas, es importante que se tome en serio el grado de deterioro del centro”. Por su lado, el primer edil recalcaba que “existía el compromiso que a lo largo del 2019 se iba a intervenir. Lo que quiero es tenerlo por escrito y, esté el que esté en la Junta, esperemos tener el compromiso y que los padres respiren con tranquilidad”.