El gallo de Morón cumple 100 años

Este aniversario de la escultura servirá para poner en marcha un proyecto para atraer turismo

María Montiel marmondua /
10 nov 2016 / 22:30 h - Actualizado: 11 nov 2016 / 09:42 h.
"Patrimonio"
  • La escultura del gallo de Morón, obra del artista José Márquez Fernández, está ubicada en un lugar privilegiado de la localidad. / M.M.
    La escultura del gallo de Morón, obra del artista José Márquez Fernández, está ubicada en un lugar privilegiado de la localidad. / M.M.

Es una referencia de la ciudad y otea la distancia desde un sitio privilegiado. El gallo de Morón cumple en este año 2016 su primer centenario desde que en 1916 se instalara la escultura en el Paseo de la Peña. Para celebrar esta fecha se realizarán actividades para promocionar esta figura universal.

El Paseo, junto con el Castillo y la iglesia de San Miguel, ofrece las mejores vistas de la ciudad. Es por ello que este mirador es considerado en la localidad un lugar único para todos los moronenses y visitantes que llegan al municipio de la Sierra Sur sevillana.

Fue en el siglo XVI cuando surge la leyenda del gallo de la que hay dos versiones. Por un lado, dicen que tan peculiar animal era un recaudador de impuestos que llegó a Morón procedente de Granada. El recaudador no fue bien acogido en el pueblo, tanto por su difícil misión como porque poseía un cierto aire de matón y unas maneras pocos correctas. De ahí el sobrenombre. Cuando los lugareños no pudieron soportar más sus desplantes, le propinaron una somanta de palos y acebuchazos como despedida. De esta leyenda queda la copla popular: «Anda que te vas quedando como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión».

La otra variante de la historia es similar, aunque cuenta que el gallo era un juez que vino para poner paz entre los bandos que se crearon en el pueblo cuando se construyó el Cabildo.

La efemérides del centenario del monumento no podía pasar inadvertida y, desde el área de Cultura y Turismo se ha aprovechado este cumpleaños para «iniciar un proyecto cultural y turístico, que tendrá continuidad en 2017, en el que el gallo será un importante elemento de promoción», explica la concejala Rosi Andújar, quien añade que alguna de las actividades quieren que perduren en el tiempo.

Por ello, esta semana se iniciaban las Jornadas Una leyenda...mil historias que se van a ir desarrollando hasta final de año. Era el pasado martes cuando los alumnos de la facultad de Bellas Artes interpretaron plásticamente la tragicomedia del gallo de Morón. Una visión muy particular que será expuesta durante el año 2017 en el espacio Santa Clara.

Ante el monumento se encontraba Alba, quien veía al gallo como una figura impresionante. De ahí que la pintara en grandes dimensiones en referencia a los dos monumentos que lo acompañan en la distancia. Así también lo vieron otros alumnos que quisieron hacer de esta escultura su obra maestra.

Las actividades continuarán con una muestra plástica-literaria de los trabajos realizados por los alumnos de la Escuela Municipal de Pintura en la biblioteca y que será la antesala del gran acto que se celebrará el próximo 15 de diciembre con la presentación del libro La tragicomedia del gallo de Morón realizado por varios autores locales.

Sin embargo, este año se iniciaba de una manera especial con la Cabalgata de Reyes Magos capitaneada por un gallo de led cuyas riendas sujetaba Darth Vader sobre el Halcón Milenario. Un bonito homenaje que terminará el día 28 con una gran fiesta donde se entonará el cumpleaños feliz.

Esta escultura –ejecutada en bronce y con un peso de 98 kilos– fue la primera referencia de Morón a su gran leyenda. Era realizada en 1916 por José Márquez Fernández a iniciativa de don Jerónimo Villalón-Daóiz y Pérez de Vera, conocido terrateniente.

Según el cronista de la ciudad, Juan José García López, «la estatua del gallo no es considerada una obra de arte destacada, su mismo autor la califica de monumento humorístico con muchas limitaciones y que está más satisfecho de la lápida que esculpió por aquel tiempo para recordar al padre Galán, que está fijada en la casa donde nació este sacerdote, en la calle de su nombre», indica García López.

Pero a la Peña del Gallo en su conjunto no hay quien le arrebate la cualidad de ser el mejor mirador y mejor situado, la mejor atalaya para poder ver la campiña sevillana; hasta se puede divisar en los días claros, las siluetas de varios pueblos como Arahal, El Viso del Alcor o Carmona.

Para Andújar este símbolo «es uno de los elementos patrimoniales más importantes de Morón, que pasea el nombre de la ciudad por todo el mundo». De ahí la importante apuesta que se está realizando y que se verá plasmada en el año 2017 con actividades promocionales en torno a esta figura.

Este gallo tiene un «hermano» de 1999 y que está situado en el cruce de cuatro caminos del Paseo de la Alameda, hecho de acero inoxidable con un peso de una tonelada. Dos referencias claras a la gran historia de una ciudad legendaria.