El Saucejo celebra su carnaval de perros para curar a Jony

Los organizadores recaudan fondos para operar una vértebra de un cachorro atropellado, en una fiesta en la que los que se disfrazan son las mascotas

11 feb 2018 / 11:45 h - Actualizado: 11 feb 2018 / 11:45 h.
"Solidaridad","Animales","Carnaval"
  • Uno de los perros participantes en el Carnaval canino de El Saucejo. / F. C.
    Uno de los perros participantes en el Carnaval canino de El Saucejo. / F. C.
  • También las personas tenían permitido disfrazarse. / F. C.
    También las personas tenían permitido disfrazarse. / F. C.

No es un carnaval cualquiera, pero tampoco es una idea cualquiera. Una buena parte de los casi 4.500 vecinos de El Saucejo se reunieron ayer por una causa solidaria, la de ayudar a un perro que necesita una operación de cadera para volver a caminar, y todo ello en base a uno de los pocos carnavales que se conocen en el que los protagonistas tienen cuatro patas.

Es todo un acontecimiento este carnaval para mascotas de este pueblo sevillano, que ofrece, en una intensa jornada, ver perros como Pepper, un cruce de mastín y galgo que cada edición llama la atención más que ninguno, gracias a su vestido de hada, y todo bajo la organización del refugio de animales El Sueño de Mufie.

La idea de recuperar a este cachorro completamente y que pueda tener una vida normal pese a los daños que sufre en la columna fue lo que movió a los vecinos de esta localidad de la Sierra Sur a reunirse este sábado en torno a esta original cita.

Y no es algo baladí, como recuerda la responsable del refugio, Isabel Vega, ya que unas instalaciones como las que ella coordina necesitan una ayuda constante con el fin de mantener en las mejores condiciones posibles a los 55 perros que cuidan las 24 horas al día.

El objetivo que se ha perseguido con la organización de este año ha sido ayudar en la operación de Jony, un cachorro que fue atropellado en la zona de Navarredonda, dentro del municipio de El Saucejo. Como consecuencia de ese suceso, Jony tiene una cadera rota, que ya le han curado, pero ahora tiene que volver a quirófano por un pinzamiento en una vértebra y esta operación es costosa, por lo que se quieren buscar donaciones para que su vida vuelva a tener la normalidad que para este perro siempre ha tenido.

Es una de las labores solidarias que el refugio de El Saucejo realiza cada año de una forma más visible, aunque su labor, en general, no para durante prácticamente todo el año. Vega recuerda que comenzaron con esta labor hace casi cuatro años, cuando comenzaron a estudiar posibilidades contra el final de los animales que eran recogidos y terminaban en perreras, con el sacrificio de los mismos si, finalmente, no eran reclamados.

Como El Saucejo tiene menos de 5.000 habitantes tiene asignado por ley un servicio de zoosanitario, y los perros abandonados terminan siendo recogidos por este servicio.

En su día, a un grupo de vecinos se le ocurrió que había que buscar alternativas, por lo que contactaron con el Ayuntamiento para transmitirle la idea, y consiguieron que le diese los terrenos para montar el refugio.

Lo demás es cosas suya: comida, vacunas, gastos veterinarios, cuidados... por lo que, cuando llega el carnaval, es el momento de organizar una de sus principales actividades, una fiesta y desfile de disfraces en la que invitan a participar a toda la población con mascotas, e incluso gente de los municipios de alrededor que acuden atraídos por la curiosidad de la iniciativa.

VOLUNTARIOS

Con todo, a Isabel y sus colaboradores habituales tienen ayuda extra en estos días, ya que el carnaval perruno sale adelante gracias a la labor de voluntarios, que se afanan en conseguir que nada falte a la hora de sacar adelante una intensa jornada festiva. Las labores son muchas, y entre ellas se encuentra el trabajo para disfrazar a los peludos del refugio y participar activamente en el desfile que es el punto culminante de la jornada festiva.

Princesas, piratas o pokemons de cuatro patas desfilaron por la pasarela de Carnaval, cuya inscripción era de tan sólo dos euros, para terminar la fiesta en la Caseta Municipal donde las actividades terminaron bien entrada la tarde.

Todos los perros participantes recibieron un regalo, aunque hubo un detalle para el más original de cada año. Lo único que faltó en esta fiesta con respecto a las habituales es la música a gran volumen, ya que se evita a toda costa que los perros se asusten. Tampoco, por razones obvias, hay cohetes ni cualquier tipo de pirotecnia que pueda asustar a los participantes en esta original celebración.