Y Guadalcanal salió para El Rocío. Suena extraña esta frase en este pueblo serrano lindante con la provincia de Badajoz. Y si es así, es porque es la primera vez que Guadalcanal parte para la aldea almonteña. Hasta ahora, los guadalcanalenses se unían a los caminos que realizaban otras hermandades, por lo que este 1 de junio de 2019, se puede decir, pasará a la historia.
Hasta este día, un grupo de amigos había soñado con realizar el camino desde su localidad natal, desde Guadalcanal. Desde hoy ese sueño ya es realidad. La empresa no ha sido nada fácil y ha necesitado de reuniones, asesoramiento y muchas horas de teléfono. Sin embargo, todo ello ha merecido la pena por escuchar el tamboril resonando en las calles de Guadalcanal.
Lebrija de madrina
Para llevar a cabo esta primera salida, la agrupación guadalcanalense se dio cita en el parque de El Coso, desde donde partieron hacia el centro de la localidad. Una vez allí se reunieron con el Hermano Mayor de la Hermandad de Lebrija, corporación que ejercerá de madrina de los guadalcanalenses. A continuación, y tras una ofrenda floral a la Virgen de Guaditoca, patrona de Guadalcanal, se celebró la misa de romeros, oficiada por el párroco de Santa María de la Asunción, Genaro Escudero.
Será una treintena de personas las que hagan el camino desde Guadalcanal. Sin embargo, en esta primera salida, los romeros han sentido el calor de todo un pueblo que se ha congregado para despedirlos. Tras la misa, emotiva y cargada de buenos deseos, los romeros guadalcanalenses realizaron una última parada antes de partir, tal y como estaba estipulado, en la Residencia de Mayores Hermana Josefa María, y a eso de las once de la mañana pusieron rumbo a Cazalla de la Sierra.
De allí se desplazarán hasta El Pedroso, Castilblanco de los Arroyos, Guillena y Aznalcázar, para encarar ya el camino hacia Almonte y El Rocío. Avanzarán una media de 33 kilómetros diarios para reunirse el jueves a las nueve de la mañana con Lebrija. En total, pasarán en el camino siete días y ocho noches, realizando el camino más largo de la provincia. El viernes llegarán a su destino, y con el nombre de Guadalcanal en el sombrero y el pecho henchido de satisfacción, habrán dado por cumplido el sueño más hermoso que un día divisaron, el de llegar desde su pueblo hasta la Blanca Paloma.