Érase una vez la caza más bella del mundo

Turismo ornitológico. Cazar una instantánea en medio de la naturaleza es una afición que cultivan cada año miles de personas en todo el mundo. Andalucía tiene el mayor potencial del país para captar a este sector

08 may 2017 / 23:45 h - Actualizado: 08 may 2017 / 23:48 h.
"Medio ambiente","Sevilla, el paraíso de las aves"
  • El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla ha sido declarado ZEPA (zona de especial protección para las aves). / El Correo
    El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla ha sido declarado ZEPA (zona de especial protección para las aves). / El Correo
  • <p>Unos prismáticos y un equipo fotográfico de mediana calidad son fundamentales para iniciarse con éxito en el mundo del turismo ornitológico. </p><p>/ El Correo</p>

    Unos prismáticos y un equipo fotográfico de mediana calidad son fundamentales para iniciarse con éxito en el mundo del turismo ornitológico.

    / El Correo

  • Érase una vez la caza más bella del mundo
  • Érase una vez la caza más bella del mundo
  • Un grupo de amantes de la ornitología observa las aves ayudados por prismáticos y equipos fotográficos con teleobjetivo en plena naturaleza. / El Correo
    Un grupo de amantes de la ornitología observa las aves ayudados por prismáticos y equipos fotográficos con teleobjetivo en plena naturaleza. / El Correo
  • Érase una vez la caza más bella del mundo

Hace unos años el concepto de turismo ornitológico era prácticamente inexistente y, en todo caso, solo era tenido en cuenta por un puñado de fotógrafos hiperespecializados y dispuestos a pagar considerables sumas de dinero para captar una instantánea en viajes muy diseñados para ellos. Con la popularización del acceso a la fotografía digital, esta afición ha ido en aumento hasta poder ser considerada hoy una de las más tenidas en cuenta por el sector de turismo de la naturaleza.

Por esta razón, cada vez más fanáticos del birdwatching (nombre con el que se conoce popularmente esta actividad en inglés) viajan a España para sumar alguna especie a su lista de aves observadas o checklist. «Estamos casi empezando, pero en la última década hemos detectado un enorme interés por todo lo relacionado con las aves», dice Cristina Sánchez, de SEO/Birdlife, entidad conservacionista que pone en valor esta actividad como fuente de ingresos para el sector turístico y con la que consideran que también se acrecienta el respeto y amor por el mundo de las aves. Desde luego en nuestro país aun estamos lejos de las cifras que se manejan en Estados Unidos, donde se calcula que cada año 46 millones de personas se entregan a la observación; o Alemania, cuya sociedad de ornitología cuenta con medio millón de socios. En 2015 se estimó que los birdwatchers de todo el mundo realizan anualmente 78 millones de viajes ornitológicos, dejando en los países visitados más de 71.000 millones de euros.

La observación de aves para cazar una instantánea no conlleva únicamente el trofeo de la fotografía. Para su obtención, el practicante de esta afición ha de internarse en la naturaleza y convivir en total armonía con ella durante las horas que dedique a esta actividad. «Se puede aprender in situ mucho sobre el comportamiento de las aves, sus cantos, las características físicas, la reproducción; hay que saber de sus migraciones, su forma de volar para diferenciar unas especies de otras y, en definitiva, empaparse de su hábitat», considera el biólogo Javier Trasierra.

Birding Sevilla es la empresa que con mayor empeño temático intenta guiar la observación de aves en toda la provincia. Sus paquetes de viajes van desde los 190 euros que cuesta La Sierra Norte de Sevilla y Aves del Guadalquivir a los 440 de la Expedición fotográfica a Doñana o los 895 euros del programa Lo mejor de Sevilla, un viaje de seis noches y siete días con alojamiento y manutención incluida y con guías expertos que mueven a los interesados por los lugares fundamentales para la observación.

Se estima en unos 50.000 el número de europeos que acude a nuestro país cada año atraído por nuestra avifauna, pero no se ha calculado con rigor el dinero que eso supone. Andalucía y Cataluña, en ese orden, son las comunidades más visitadas por los interesados. España en su globalidad es un destino de primer orden, con 643 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) que ocupan más de 10 millones de hectáreas.

Por su parte, con más de 313.723 hectáreas de superficie protegida (casi un 23% del total del territorio), Sevilla posee una enorme riqueza ornitológica: halcones, buitres leonados, flamencos rosas, malvasías o cigüeñas negras, habitan los parajes de la provincia de 10 millones de hectáreas. «Las aves son un reclamo estupendo para atraer la atención de las personas hacia la naturaleza y para empezar a descubrirla. Hay millones de aficionados a la observación de aves que la viven con auténtica pasión. Son personas que practican un turismo de bajo impacto si se gestiona adecuadamente, muy ligado al territorio y con capacidad de generar empleo y actividad en el medio rural. Las aves y el medio ambiente son nuestro gran activo natural y también una fuente de auténtica riqueza», consideran desde SEO/Birdlife.

En el Parque Natural de la Sierra Norte, que abarca una región de Sierra Morena en la que el paisaje dominante lo conforman extensos y llamativos bosques de encinas y alcornoques, se puede ver al buitre negro, al águila real o la cigüeña negra. En la zona de Guadalcanal se encuentran avutardas, ortegas y cernícalos primilla y en el impresionante Cerro del Hierro, la collalba negra y el roquero solitario. «Hay que apostar por un turismo ornitológico sostenible y respetuoso con la naturaleza. Necesitamos diseñar una oferta en la que esta actividad vaya de la mano de otras propuestas de senderismo, gastronomía, enología...», indican desde Birdlife.

El perfil de este tipo de visitantes se corresponde con el de hombres y mujeres de entre 30 y 50 años, con un nivel de ingresos medio alto, con estudios superiores y que viajan, no para observar unas especies concretas, sino para conocer la biodiversidad de una zona y disfrutar de sus paisajes. «Los pájaros no entienden de fronteras ni de límites autonómicos. Cuando un norteamericano viene a ver aves, no quiere pasar una semana entera en el Delta del Ebro, sino visitar varios ecosistemas. Así que si pretendemos posicionarnos en el mercado global, necesitamos una oferta más amplia y genérica, que permita divulgar los valores de toda España y no de una sola zona», añaden luego.

En cuanto a ferias temáticas, de las muchas con las que cuenta el sector, Doñana BirdFair, que celebró su cuarta edición el pasado mes de abril, es una de las potentes de Andalucía. Para empezar, unos prismáticos son suficientes. La aventura es mucho más intensa y satisfactoria de lo que tal vez esté pensando.