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«Estamos firmando nuestra sentencia»

El sector de la leche de cabra está en crisis con precios que no cubren los costes de producción. Desde COAG Andalucía recomiendan no firmar contratos por debajo de los costes

María Montiel marmondua /
20 oct 2017 / 06:58 h - Actualizado: 20 oct 2017 / 06:58 h.
  • Manuel Gutiérrez, mientras da de comer a parte de su explotación caprina. / M.M.
    Manuel Gutiérrez, mientras da de comer a parte de su explotación caprina. / M.M.
  • Cabreros y responsables de COAG denunciaron ayer la crisis por la que atraviesa el sector. / M.M
    Cabreros y responsables de COAG denunciaron ayer la crisis por la que atraviesa el sector. / M.M

Veinte años lleva Manuel Gutiérrez produciendo leche de cabra en su explotación situada en el término municipal de Marchena. Ha pasado épocas malas, sin embargo, no recuerda haber vivido campañas tan críticas como las que se llevan sufriendo desde hace dos años.

Se inicia ahora una nueva campaña de producción de leche de cabra y desde COAG Andalucía denuncian que los precios vuelven a situarse por debajo de los costes de producción. Una situación crítica que se vive en el sector desde hace dos años, cuando los precios de este producto no han llegado a cubrir ni los costes de producción en ningún mes desde enero de 2016, «con una caída brutal de los precios de casi un 25 por ciento», señala Antonio Rodríguez, responsable de leche de cabra en COAG.

En Andalucía, el precio medio del grado (suma de grasa más proteína de cada litro de leche) en el año 2014 era de 0,089 euros/grado, una cifra que en la actualidad ha mermado hasta alcanzar los 0,068 euros/grado. Una problemática «que compromete seriamente la viabilidad de las explotaciones de caprino», resalta Rodríguez, quien hace hincapié en la importancia del sector en la comunidad.

Manuel tiene su explotación en Marchena, a escasos kilómetros de La Puebla de Cazalla. Aunque detalla que la situación ha sido cíclica, con épocas mejores y peores, desde hace dos años, se está haciendo insostenible, lo que les ha llevado a «tirar de las reservas porque no se llega a cubrir costes».

En esta explotación tiene 700 hembras más 300 chivas de reposición. Producir un litro de leche le cuesta a Manuel 70 céntimos, sin embargo no le llegan a pagar ni 60 céntimos por la leche con la que luego se fabrica quesos. Una dura realidad que se puede sobrellevar «un mes o dos, pero cuando ya ha pasado de una fase que pensamos era coyuntural a algo crónico, la situación es muy complicada».

COAG Andalucía siempre ha defendido y promovido el uso de contratos entre productor e industria desde que se publicara la norma que los convierte en obligatorio. Sin embargo, inciden en que «estos contratos pierden toda su eficacia si incluyen precios que no cubren costes de producción». Como matiza Antonio Rodríguez, «nos venimos encontrando que no hay una relación de tú a tú entre el productor y la industria que es de lo que trataba este tipo de contratos».

Estos documentos entraron en vigor hace cinco años, aunque proliferan desde hace dos, encontrándose con la problemática de que «el ganadero no tiene capacidad de hacer un contrato a igualdad de condición con la industria en el que pueda poner de manifiesto que, por debajo de los costes de producción, es imposible firmar, porque si no estamos firmando nuestra propia sentencia, nuestra ruina».

Desde esta organización agraria se está planteando, «como medida de presión, recomendar a los ganaderos que no suscriban aquellos contratos que contengan precios que no cubran los costes de producción».

Han llegado a la conclusión tras un periodo de adaptación en estos contratos. No obstante, «se nos trae a la explotación a través de los lecheros o un encargado de la industria que te compra y te dice que eso es lo que hay, si quieres lo tomas o si no lo dejas. Pero una cosa es que se lleven mi leche y otra cosa es firmar mi propia sentencia».

Mientras va repartiendo el pienso entre las cabras, Manuel va exponiendo que no tiene capacidad de «negociar ni la venta del producto ni de los insumos, que con estos años de sequía tienden a subir, por lo que tenemos una gran incertidumbre». Por otro lado, este ganadero pone el foco en lo dramático de la situación entre aquellos que «apostamos por las mejoras genéticas con el control de rendimiento animal individual para una mayor productividad, ya que eso conlleva un tiempo y si no nos acompaña el precio, la situación es crítica».

El número de explotaciones asciende en Andalucía a más de 7.000, siendo esta comunidad la más representativa en el sector productor de leche de cabra.