Este viernes declaran los testigos del accidente en que murió un niño en una montería

La familia del pequeño se ha personado como acusación particular y pide que se impute un delito de homicidio imprudente grave al acusado por este suceso

07 feb 2019 / 12:39 h - Actualizado: 07 feb 2019 / 12:45 h.
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  • Vehículo de la Guardia Civil junto a la finca donde ocurrieron los hechos. / EFE
    Vehículo de la Guardia Civil junto a la finca donde ocurrieron los hechos. / EFE

Este viernes, 8 de febrero, están citados por el magistrado del Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla los participantes en la montería de un coto en el término municipal de Guillena en que falleció un niño de cuatro años, vecino de Écija. También el organizador de la misma. Todos ellos en calidad de testigos.

La familia del menor se ha personado como acusación particular contra el presunto autor del disparo que impactó en la cabeza del pequeño. Pretende que se le impute un delito de homicidio imprudente grave.

El magistrado estableció para el acusado, al que inicialmente se le atribuye un delito de homicidio imprudente - las penas van de uno a cuatro años de prisión -, la obligación de comparecer ante el Juzgado de Instrucción cada vez que se le requiera, la prohibición de practicar cualquier actividad relacionada con la caza y de emplear armas de fuego, debiendo hacer entregar a la Guardia Civil de las armas que posea.

El autor del disparo, arquitecto de profesión con licencia de caza, todos los permisos de armas en regla y seguro de responsabilidad civil para practicar la caza, está en libertad provisional acusado de un homicidio imprudente.

Actuó de forma “negligente”, según la acusación

La acusación particular considera que actuó de forma negligente e imprudente al moverse más de veinte metros de su puesto de caza para realizar el disparo mortal, algo expresamente prohibido en monterías de jabalíes como en la que participaba y donde se encontraba el menor fallecido junto a su padre y su abuelo.

Los familiares también le quieren imputar un delito de omisión del deber de socorro porque aseguran que, tras el disparo, el acusado no se quedó en la zona para atender al menor, que estaba sentado en un banquito de caza junto a su padre y su abuelo, que son cazadores habituales, según ha explicado la abogada de la familia, Rosario Serrano Ruiz.

También reprochan los familiares que en el puesto reservado al acusado había dos cazadores en vez de uno, como marca la normativa de las monterías, en las que se pagan entre 200 y 300 euros por jornada de caza.

Un solo impacto de bala de 12 milímetros

Los familiares del menor, que recibió un solo impacto de una bala de 12 milímetros, justifican que lo llevaran como espectador a la montería porque es una práctica habitual entre los cazadores y además es legal, algo que el abuelo ha hecho habitualmente con otros niños.

El suceso tuvo lugar en el coto ‘La Lapa’, del término municipal de Guillena, situado en las primeras estribaciones de la sierra norte de Sevilla, y el menor fue atendido en el centro de Salud de Burguillos, hasta donde fue trasladado en helicóptero.