«Había que aparcar las diferencias y sacar a Estepa de este callejón»

Hace una semana que el socialista Antonio Jesús Muñoz, de la mano de sus antaño rivales PP y PA, llegó a la Alcaldía de Estepa. Ahora le toca analizar cómo enderezar la maltrecha economía y desatascar, entre otros, el conflicto de la Policía Local con una Feria a las puertas

Iñaki Alonso @alonsopons /
21 ago 2017 / 11:27 h - Actualizado: 21 ago 2017 / 11:33 h.
  • El alcalde de Estepa, Antonio Jesús Muñoz Quirós, posa para esta entrevista. / Pons
    El alcalde de Estepa, Antonio Jesús Muñoz Quirós, posa para esta entrevista. / Pons

Tras cuatro años de castigo, el PSOE volvió a ser la fuerza más votada en 2015, pero en un escenario tan fragmentado que su regreso a la Alcaldía de Estepa era una quimera. Incluso cuando PP y PA dejaron el tripartito y, por ende, en minoría el gobierno de Salvador Martín (IxE). Otro tripartito, en forma de «gobierno de concentración» entre otrora fuerzas antagónicas, obró lo improbable y aupó hace una semana al poder al socialista Antonio Jesús Muñoz. Unidos, por el hartazgo y por la necesidad de «sacar a Estepa» de la asfixia económica y de unos «servicios deficientes».

—¿Por qué ahora se ha llegado a un pacto con el PP y el PA y no hace diez meses?

—No ha sido posible antes. El PSOE empezó la negociación pasada una semana de la ruptura del tripartito en septiembre de 2016, con el PA. Tras semanas de reuniones, no prosperó en la asamblea andalucista, lo que desencadenó en la dimisión de dos de sus ediles, que estaban a favor de esta moción.

—Se habrán quedado de piedra al ver el desenlace final.

—He hablado con una de ellas los últimos días y ha movido, aunque ya no esté dentro del PA, para que se produzca. Estoy seguro de que van a colaborar con nosotros en todo.

—¿Por qué finalmente un tripartito? Le valía con PP o PA.

—El firmar una moción PSOE-PP iba a ser complicado, aunque tenían una buena disposición porque creían que el cambio era necesario. La actividad plenaria se hizo más crispada con los meses, porque el ya exalcalde no hablaba con la oposición, no traía ni un borrador del presupuesto; no tenía voluntad de arreglar el conflicto de la Policía Local o los hosteleros. Se enrocó y no fue capaz de abrir el diálogo con el resto de grupos, que al final nos hemos unido dejando a un lado nuestras diferencias.

—Entonces, ¿la crispación fue el detonante para formar un tripartito que incluso el PP lo llama antinatura?

—No. La razón es que Estepa iba hacia un callejón sin salida. Los últimos meses ni se pagaban las nóminas de trabajadores municipales; se ejecutaban gastos sin consignación, algo que es ilegal; y había una merma de los servicios públicos. Hay estepeños que han tenido que recurrir al SAS y la Diputación porque no se le hacía seguimiento en los servicios sociales. En Urbanismo, clave en la creación de empleo, ha sido un atasco. Ni el servicio de recogida de basura funcionaba, con coches averiados.

—¿Hasta olvidar que PA y PP, por un lado, y PSOE, son enemigos históricos?

—Siempre lo han sido con el PSOE, que ha tenido la Alcaldía de 1979 a 2011. Pero llegó a tal extremo que aparcamos nuestras diferencias y nos unimos todos. Nos sentamos la oposición en bloque visto el nivel de enrocamiento del anterior alcalde, con solo cuatro concejales de 17.

—IU no está en el gobierno

—IU está de acuerdo y públicamente se ha mostrado a favor de la moción de censura.

—Habla de callejón sin salida, ¿cuál será su primera acción para retomar el rumbo?

—La vía de escape es poner sobre la mesa los problemas económicos y financieros del Ayuntamiento. Para eso, hay que realizar un diagnóstico bueno y rápido y, sobre él, plantear un plan. No es fácil. Se paga un préstamo a proveedores grande, de 200.000 euros cada tres meses.

—Otros consistorios se acogieron al plan de ajuste a regañadientes y ahora presumen de superávit, ¿qué es lo que ha ocurrido en Estepa?

—Aquí ni se ejecutó ni hay hoja de ruta. Hay un presupuesto, prorrogado de 2015, con menos ingresos que gastos y que impide a acceder a ayudas de otras administraciones. No puede ser. Queremos aprobar, sí o sí, el presupuesto pronto para saber con qué recursos contamos hasta final de año. Y trabajar los de 2018 y 2019 para garantizar servicios y atraer inversores.

—El fallo del anterior tripartito fue pactar sin líneas de trabajo, ¿ahora las hay?

—No caeremos en ese error. Seremos un equipo único y no como el de antes, donde se vieron las fisuras pronto. Si al alcalde le preguntaban por asuntos de Deporte, decía que era un área del PP. Hay líneas, pero me gustaría desvelarlas con ellos. Sí puedo avanzar que abordaremos el proyecto de llevar agua potable a La Salada, a la que no se le ha dado respuesta. También acabaremos la estación depuradora, que debe funcionar de forma urgente para que la comunidad de regantes aproveche el agua. Las obras en colegios y otro emplazamiento de la guardería son prioritarios, además de recuperar la normalidad de los servicios.

—Con una feria a las puertas, ¿habrá tregua en el conflicto con la Policía Local?

—La Policía Local mostró su voluntad de mantener el servicio con garantías. Nosotros estamos abiertos al diálogo. Sabemos que hay falta de efectivos, por lo que se convocarán las plazas, pero no se verá hasta final del mandato. Mientras, hay que cubrir los turnos y, si hace falta tirar de otros efectivos, se hablará con Subdelegación.

—¿Cómo se pueden salvar los 4,5 millones de euros del Grupo de Desarrollo Rural?

—Estepa debe volver a ser cabeza de comarca. La merma de servicios de este mandato ha puesto en tela de juicio su liderazgo y con el GDR hay que dar ejemplo. Hay voluntad de que no se pierdan los fondos. Antes de fin de año debe haber una estrategia aprobada. El GDR Écija-Los Alcores desestimó gestionar los fondos, pero hay alternativas. Esto llegará a buen puerto.