Menú

La provincia se encarama al desafío de las minorías

El PSOE se perfila, una vez más, como fuerza más votada en una cita que augura escasas mayorías

Iñaki Alonso @alonsopons /
08 may 2015 / 10:00 h - Actualizado: 08 may 2015 / 00:52 h.
"IU","PA","Podemos","PP","PSOE","Ciudadanos","Elecciones Municipales 2015"
  • El alcalde de Mairena del Aljarafe y candidato del PP, Ricardo Tarno, en la pegada de carteles. / El Correo
    El alcalde de Mairena del Aljarafe y candidato del PP, Ricardo Tarno, en la pegada de carteles. / El Correo

La campaña electoral arranca en la provincia de Sevilla trufada de incógnitas, aunque con más de una certeza. No se augura, salvo hecatombe en las urnas, vuelco electoral alguno y el PSOE se aupará el 24M, por enésima vez, como la fuerza más votada, lo que le daría billete directo a presidir la Diputación de la mano de Fernando Rodríguez Villalobos. Pero la otra certeza juega a contraestilo de lo que hasta ahora se destilaba en la provincia: un mapa que, aunque seguiría teñido de rojo, estaría marcado bajo el desafío de las minorías. De eso ya se vivió una experiencia piloto en la cita de 2011, cuando el castigo a la marca PSOE y el ascenso del PP, sobre todo en el Aljarafe, plasmó un escenario de 47 pueblos –cerca de la mitad– con la necesidad de pactar o gobernar en solitario.

La cifra, llamativa cuatro años atrás, se quedará corta a buen seguro. Nadie tiene garantizada la mayoría absoluta, ni siquiera territorios tan fiables como Dos Hermanas para los socialistas o Espartinas para los populares. ¿Por quién apostar entonces? Tal vez Marinaleda para la IU de Sánchez Gordillo –que seguirá encabezando la coalición de izquierdas a pesar del tentador fenómeno Podemos– y un puñado de pueblos más. Claridad cero. Incertidumbre máxima.

La variación está en los actores determinantes. Si la llave hace cuatro años la tenían en su poder IU, PA y, en menor medida, los partidos independientes, el 24M dibuja más un horizonte donde Ciudadanos será determinante en 15 enclaves urbanos en los que concurre, mientras que la amalgama de partidos avalados por la marca Podemos Ganemos, Participa o Sí se Puede– serán determinantes en la configuración de futuros gobiernos.

Dentro de las incógnitas se enmarcan hasta las grandes capitales. En Dos Hermanas, el incansable Francisco Toscano aspira a su noveno mandato en una carrera en la que nadie parece discutirle la victoria, aunque sí la mayoría. Todo depende de cómo cuaje el relevo en el PP y, en especial, la marca avalada por Podemos (Sí se puede), que demostró en las andaluzas que tiene muchos adeptos. Otro veterano, el socialista Antonio Gutiérrez Limones tiene un reto todavía más difícil, después de haber salvado por los pelos la mayoría en 2011 y haber sufrido el desgaste de estar casi medio mandato en minoría. Pero los socialistas no son los únicos con dudas. El principal feudo del PA, Utrera, está amenazado por el PSOE, que había ganado en 2011 y que ahora apuntaría a una mayoría estable.

Pero, sin duda, la batalla más reñida seguirá perenne en el Aljarafe. El PP ha ido ganando terreno: a Espartinas y Bollullos de la Mitación se sumó Tomares en 2007, y Gelves, Mairena del Aljarafe y Bormujos en 2011. Lo que surja de las urnas en dos semanas determinará si ese fue su techo. Las pasadas andaluzas no son un buen augurio, ya que apuntan a un reparto del voto conservador con el partido de Albert Rivera. Tampoco lo tendrá fácil el PSOE en esta comarca, en la que tiene en San Juan y Camas sus plazas más estables, y con la calculadora en Gines y Castilleja de la Cuesta.

De todos modos, el Aljarafe no es el único frente de los populares. En Los Alcores, la aspiración está en conservar Carmona y ver si sigue firme en Mairena del Alcor donde es de los pocos feudos en los que lidian las mismas fuerzas políticas que en 2011. Y, fuera de esa comarca, está si habrá cuajado las políticas iniciadas por el popular Ricardo Gil-Toresano en Écija.

A esta batalla electoral no le faltan frentes. Uno es saber si el PA sobrevivirá en el marco de la provincia de Sevilla después de exprimir al máximo su voto hasta obtener ocho alcaldías. También habrá cuitas particulares, como la del alcalde de Villaverde del Río, Santiago Jiménez; con su hasta hace nada partido, IU. O si seguirá exitiendo hueco para los partidos independientes tradicionales, como Unión Minera o Alternativa por Sanlúcar la Mayor. Y, por último, la encrucijada de una treintena de municipios que deberán elegir nuevo alcalde después de un mandato donde la crisis ha hecho mella en la moral de muchos que han optado por no repetir experiencia.

Una elección que se antoja francamente complicada ante la proliferación de partidos. Es francamente inusual casos como los vistos en enclaves de la Sierra Sur, donde municipios de apenas 4.000 habitantes como Gilena concurren hasta seis candidaturas. En Herrera, por ejemplo, son siete. Y eso en un territorio en el que, hasta ahora, se solían repartír ganancias PSOE e IU.