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Una carretera nevada en la Sierra Norte de Sevilla. / J. A. Fontecha -
La nieve se acumuló también en algunos cascos urbanos. / J. A. Fontecha -
Un olivar nevado. / J. A. Fontecha -
La nieve se acumuló también en algunos cascos urbanos. / J. A. Fontecha
Las previsiones se cumplieron y la nieve volvió a aparecer por la sierra norte sevillana. La ola de frío que se instaló en la península este mismo martes hacía presagiar gélidas precipitaciones, que unidas a bajas temperaturas de hasta cinco grados bajo cero podían desembocar en nevadas. A pesar de que el blanco elemento se esperaba para la noche de hoy jueves, la nieve se adelantó y empezó a caer en la media noche del martes al miércoles en las localidades de Cazalla de la Sierra y San Nicolás del Puerto. Ya de madrugada, la precipitación se trasladó a Alanís y Guadalcanal. Precisamente estas dos localidades, las situadas más al norte de la comarca y también a más altura, fueron las que despertaron vestidas de blanco. Especialmente la segunda de ellas fue la que más cantidad de nieve acumuló, siendo visible durante las primeras horas del día en parques como el de El Palacio o El Coso, o en la misma Plaza de España. Igualmente, los vehículos amanecieron con una espesa capa de nieve que denotaba una de las noches más frías que se recuerda en años. Con el paso de las horas y la ausencia de nuevas precipitaciones, la nieve fue desapareciendo, persistiendo eso si en las sierras anexas a la localidad, donde el verde de la naturaleza se vio vestido de blanco en una estampa que hacía mucho que no se repetía. De la misma manera, el temporal afectó a la carretera y muy especialmente a aquellos tramos en zona de umbría, como el caso de la vía que une Guadalcanal y Malcocinado. A pesar de ello, ninguna carretera fue cortada al tráfico y tras las medidas oportunas se señalizó y se pidió extremar la precaución.
Una de las estampas más significativas para el visitante era la que se pudo divisar desde la estación de ferrocarril de la localidad. Uno de los puntos más altos del pueblo en el que se divisaba además de los andenes de la misma nevados una visión completa de Guadalcanal y la nieve de fondo cubriendo las sierras que lo rodean.
Lo más importante de la jornada puramente invernal fue la ausencia de incidentes, gracias en parte a la acción del personal destinado a ello, convirtiéndose la sal en el elemento protagonista de la jornada.
En cuanto a la población, el fenómeno meteorológico dejó opiniones encontradas. Así, lo que unos consideraban nieve en toda regla, otros apenas daban importancia, alegando que no había tenido la misma intensidad en volumen, duración ni repercusión que la acontecida hace cuatro años. Entre los más pequeños, sin embargo, había unanimidad y resaltaban lo divertido que era tener un día de nieve, aunque no pudieran disfrutar de la misma por tratarse de un día lectivo.
Por su parte, Alanís también vio su sierra cubierta de blanco, aunque no así la localidad, donde la presencia de la misma fue anecdótica y tan solo se dejó ver sobre los vehículos a primera hora de la mañana. El mismo caso se repitió en Cazalla de la Sierra, San Nicolás o Constantina, localidad esta última donde tan solo se localizó nieve en la base militar de la misma, al tratarse de uno de los picos más altos del pueblo.
A pesar de adelantarse las previsiones metereológicas, la amenaza de nuevas nevadas persiste durante los próximos días, en los que hasta que no se produzca un repunte de las temperaturas bien entrado el fin de semana, la posibilidad de nuevas precipitaciones y las bajas temperaturas podrían dejar más días blancos a la sierra norte de Sevilla.