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José Luis Olmedo, director general, en las instalaciones de Estepa, modernizadas en 2010. / El Correo -
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La provincia de Sevilla cuenta con un total, repartido entre provincia y capital, de 76 empresas legalizadas dedicadas a la prestación de diferentes servicios de vuelos teledirigidos Rpas., popularmente conocidos como drones.
Esto indica, según se desprende de los datos facilitados por la Agencia Estatal de la Seguridad Aérea dependiente del Ministerio de Fomento del Gobierno de España, que nuestro territorio se sitúa por encima de la media nacional de empresas de este emergente sector. Así, en toda España existe un total 2.197 operadores nacionales, lo que supone una media de 43 empresas por provincia.
La mayoría de las empresas sevillanas de este sector ofrece sus servicios en un sector más primario como la fotografía, filmaciones y levantamientos aéreos (levantamientos topográficos, gráficos, fotogrametía), mientras que las más avanzadas lo hacen, incluyendo también los anteriores, de servicios como observación y vigilancia aérea incluyendo filmación y actividades de vigilancia de incendios forestales y del servicio de operaciones de emergencia, búsqueda y salvamento.
El mapa de 76 empresas autorizadas por la Agencia Estatal de la Seguridad Aérea para operar con drones se reparte con dos poblaciones que destacan sobre el resto: Sevilla capital con 18 empresas y Bormujos con nueve. A continuación se sitúa con seis empresas Mairena del Aljarafe. Ya a una mayor distancia están con tres empresas de Écija, Utrera, Dos Hermanas, Espartinas y La Rinconada. Con dos empresas operadoras de drones están Umbrete, Valencina, San Juan de Aznalfarache, Carmona y Almensilla.
Finalmente el mapa de drones de la provincia se completa con las localidades en las que hay radicada una sola empresa que son Estepa, El Cuervo, Osuna, Coria del Río, Camas, Lebrija Peñaflor, Morón de la Frontera, Carrión de los Céspedes, Bollullos de la Mitación, Marchena, Lora del Río, Alcolea del Río, Almensilla, Herrera, Sanlúcar la Mayor, Gines y San José de la Rinconada.
Con estos números, la provincia está bien situada en este punto de partida cuando ahora se baraja un inminente cambio de normativa que abrirá una abanico importante de nuevas mposibilidades y ofertar nuevos servicios.
CONGRESO EN UTRERA
Precisamente y cuando ya se está trabajando en una mesa en el Congreso de los Diputados para el cambio de normativa, la ciudad de Utrera ha sido sede del I Congreso de Drones en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, una jornada formativa centrada en las utilidades de esta nueva tecnología para mejorar la seguridad en los grandes eventos y sus usos antes las situaciones de emergencias, búsqueda de desaparecidos y catástrofes.
Entre los asistentes a esta actividad organizada por el Ayuntamiento de Utrera, en colaboración con la Escuela de Pilotos Ignagua Center del aeródromo Casarrubio, estuvieron miembros del Ejército del Aire, Unidad Militar de Emergencias (UME), Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, Ejército estadounidense y bomberos.
Según explicó a este periódico una de las destacadas ponentes de este cónclave sobre los drones de Utrera, la directora del departamento de drones del Aeródromo Casarrubio y miembro de la mesa de trabajo en el Congreso de los Diputados para el cambio de legislación sobre los drones, Blanca Vera Núñez, «si los drones son ya hoy día un elemento indispensable, en los próximos años lo serán aún más». En este sentido indicó que «la tecnología va muy por delante de la legislación y esa legislación obsoleta está retrasando el desarrollo de esta nueva tecnología, ya que sus lagunas y restricciones no permite avanzar de cara al empleo».
Como ejemplo de ello, Vera pone el hecho de que con la legislación actual no está permitido sobrevolar por encima de aglomeraciones de personas o núcleos urbanos y ello permitiría mejorar muchos los dispositivos de seguridad en los grandes eventos y el funcionamiento simple de cualquier administración como por ejemplo facilitar las inspecciones aéreas de edificios o ser una herramienta muy eficaz en operaciones de salvamento, como ya lo está siendo o de vigilancia, lucha contra la violencia o el terrorismo, o sólo como herramienta preventiva para evitar aglomeraciones.