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A la izquierda de la imagen, el delegado y el subdelegado del Gobierno en Andalucía y Sevilla, respectivamente. / M.M. -
Imágenes de la visita al batallón de la UME, en Morón. / M.M. -
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Todavía el calendario no ha marcado la entrada del caluroso verano y ya se empieza a notar el aumento de las temperaturas. Una subida de grados que incrementa las probabilidades de incendios en la comunidad autónoma. Ante ello, la Unidad Militar de Emergencias (UME) se encuentra totalmente preparada para colaborar siempre que se requiera el servicio de este batallón militar.
Fue el pasado 1 de junio cuando el Plan Infoca activó el protocolo contra incendios. Una fecha que también está marcada en el calendario de la UME, aunque desde que los termómetros marcaron la subida se encuentra atenta ante las incidencias de Andalucía, Canarias, Ceuta o Melilla.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, destacó en una visita al centro de operaciones de la UME el «papel crucial» de esta unidad así como el «gran valor» del trabajo que desarrolla en la lucha contra los incendios forestales en Andalucía.
Acompañado por el teniente coronel II de la UME, Isaac López, y el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Ricardo Gil-Toresano, el delegado visitó el centro de operaciones del batallón y una exposición de los diferentes medios con los que cuenta la unidad para intervenir en caso de incendios forestales.
Destacaba el delegado del Gobierno en esta visita «el papel clave de la UME en la lucha contra el fuego en Andalucía». Tras subirse al vehículo que acoge el mando de control cuando se encuentran fuera de la base, Antonio Sanz destacaba las capacidades de la unidad «gracias a la profesionalidad y los medios con los que cuentan».
Cientos de medios humanos y técnicos que se activan cuando «lo determinen las autoridades competentes, por la necesidad del refuerzo del dispositivo que esté trabajando para hacer frente ante la emergencia o cuando no dispongan de una capacidad determinada», según señaló el teniente coronel Isaac López mientras pasaban revista a los medios que se encuentran preparados en estas instalaciones ubicadas en la base aérea de Morón de la Frontera. Un protocolo para el que la UME de Morón tiene a más de 400 hombres y mujeres dispuestos para actuar además de importantes medios técnicos. Entre estos figuran 37 autobombas, de las que 7 son nodrizas, con capacidades de 4.000 y 13.500 litros, más helicópteros que permiten introducir a sus unidades móviles y depósitos de agua en zonas inaccesibles.
El personal preparado en la base de Morón para esta campaña asciende a 300 militares intervinientes, a los que hay que sumar otros 170 efectivos que actúan en misiones de apoyo logístico, mando, comunicaciones y sanidad, entre otros aspectos, lo que totaliza 470 efectivos. En el conjunto de España, ese número asciende a 2900 militares, de los cuales 1.400 actúan en el ataque directo contra las llamas y el resto personal de apoyo.
Por otro lado, más allá de las instalaciones de cada batallón, para garantizar la rápida intervención en todo el territorio nacional «se distribuye material para equilibrar el despliegue». Por ello, la semana pasada depositaron material pesado en Armilla (Granada) con el que cubrir la zona más lejana de Morón de la Frontera.
Aunque los servicios de estos militares se prestan en el nivel 2 de emergencias cuando los medios propios de la comunidad solicitan su ayuda, Sanz resaltó que, «fruto de un convenio con la comunidad se permite actuar en el nivel 1 para atajar cuanto antes el incendio».
Durante la campaña de incendios forestales del año pasado, este II Batallón de la Unidad de Emergencia Militar intervino en varias operaciones, aunque en Andalucía solo en la Sierra del Retín en Cádiz.
La campaña de lucha contra incendios forestales de 2017 ha incluido ejercicios de preparación del BIEM II, que se desarrollaron del 22 al 26 de mayo y en los que han participado participan 390 militares y 124 efectivos en Andalucía y Canarias. Los ejercicios han permitido a los especialistas de la UME desarrollar distintas tácticas, como el ataque indirecto con maquinaria y herramienta manual; el ataque directo con autobomba; el apoyo de medios aéreos; el manejo técnico del fuego, con quemas de ensanche y contrafuegos; el relevo de unidades; y las tareas de vigilancia.
Desde la UME reseñan que esta campaña contra incendio ha coincidido en el tiempo con la de inundaciones ya que las altas temperaturas sufridas este año han motivado que estos efectivos estén permanentemente en alerta.