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Rosa, alumna de cuarto de Bellas Artes, prepara el material para plasmar la estampa de la Campiña sevillana. / M.M. -
Ismael toma fotografías a la sombra de un árbol. / M.M.
El Parque Canillas ha sido el lugar elegido este año por el Ayuntamiento de Morón de la Frontera y la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla para realizar, por séptimo año consecutivo, las Jornadas de Bellas Artes en la ciudad. Esta edición ha girado en torno al patrimonio y la naturaleza. De ahí, que el enclave privilegiado del Parque Canillas haya sido la inspiración para los alumnos en una clase in situ en el parque.
Los 45 alumnos ataviados con caballetes, lienzos y acuarelas pasaban el día plasmando su visión de Morón. Al llegar, aunque en clase ya habían trabajado sobre el parque, les realizaron una explicación práctica de la evolución de Canillas por el encargado de la reconversión del parque. Tras esta exposición ayudaba a los alumnos Agustín Israel Barrera, quien comentó que «este espacio une tres elementos: el patrimonio del pueblo, que tiene unas vistas espectaculares desde aquí, por otro lado, lo natural y la reconversión de una escombrera en un espacio periurbano y la zona industrial del yeso con las canteras. Con esto nos da tres puntos fuertes elegidos muy bien para el discurso de sus asignaturas».
Los alumnos de las asignaturas de Paisaje de la Facultad de Bellas Artes y de Instalaciones, espacios e intervención del máster arte, idea y producción han comenzado realizando un importante trabajo de campo: tomando apuntes, bocetos o fotografías. Sin embargo, otros han empezado directamente a dibujar sobre el lienzo. Es el caso de Rosa, quien sentada sobre el césped se concentraba en su lienzo mientras su profesora de paisaje, Carmen Andreu, le daba algunos consejos.
Andreu no pierde detalle de los trabajos de los alumnos y matiza que para ellos «descubrir espacios con historias resulta inspirador». Su labor ante estas mentes inquietas es «abrirles los ojos». Previamente han hecho un estudio de campo «estudiando artistas que han trabajado la dimensión social del paisaje y también hemos estudiado la restauración del paisaje para comprenderlo en su complejidad».
En un merendero se ha situado Sara Cumalat. Es estudiante de cuatro grado de Bellas Artes y tiene a la mano todos los utensilios que va a necesitar en la jornada que tiene por delante. Después de un pequeño tentempié se dispone a comenzar dos proyecto que iniciará en el parque aunque finalizará en clase: una pintura y una escultura encaminada en dos vertientes «por un lado dirigida a cómo nos vamos cargando el medio ambiente y, por otra, a cómo interviene la persona en la naturaleza».
Vive cerca del parque del Alamillo y venía con la idea de preconcebida de realizar una crítica a la suciedad del parques, sin embargo se ha sorprendido al encontrar la limpieza de la zona. Al escuchar la historia del Parque Canillas, en sus obras transmitirá lo irónico de la situación, ya que «a pesar de la limpieza estamos encima de la basura. Y tapamos lo que no queremos ver».
Laura Nogaledo, profesora del máster, daba pautas para ir trabajando tanto en las intervenciones individuales como en la colectiva. Antes de la visita a Morón matiza que «hemos estudiado instalaciones que se hacen con áridos y en diferentes entornos y principalmente nos interesaba mucho que el parque era una antigua escombrera». Ismael está tomando fotografías a la sombra de un árbol rematada con pequeñas piedras. En su trabajo individual está muy centrado «en las sombras y como van cambiando durante todo el día». Para el trabajo grupal están tomando muestras de diferentes sustratos que «luego irán en espiral como los hornos de cal».
Los resultados obtenidos en ambas fases, la etapa in situ y el trabajo posterior en el aula, serán expuestos en el Espacio Santa Clara de Morón así como en un catálogo digital que realizará el Ayuntamiento de Morón.