Tres cachorros de burro, tres hembras de una y dos semanas y tres meses, han sido robadas durante la pasada madrugada del lugar donde vivían, El Burrito Feliz, la sede del colectivo que los cuida con fines naturales, donde no se explican qué ha podido pasar y qué fin tiene robar estos animales.
Rocío, de una semana, Paladín, de dos, y Bhelma, de tres meses, son las pequeñas robadas, en lo que se define desde el centro como “un robo devastador”, ya que “si bien hemos sufrido robos constantes en las instalaciones, jamás se habían llevado animales”.
Se trata de una asociación sin animo de lucro que es reconocida, incluso internacionalmente, por sus proyectos de prevención de incendios con burros, así como por la labor de asnoterapia que realiza en apoyo a jóvenes con necesidades educativas especiales.
Confían en el Seprona
La coordinadora de la asociación, Cristina Mariño, se ha mostrado confiada “en la profesionalidad del Seprona -Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil- y que estos recuperen a estos pequeños y frágiles animales”.
Entre otros datos, la burrita Rocío nació coincidiendo con la festividad que se celebra estos días en la aldea almonteña, y no puede alimentarse sin ayuda de su madre, lo que aun genera mas ansiedad en los miembros de la Asociación en relación con este robo.
"Pagamos todos nuestros proyectos de nuestros bolsillos, sin ayuda ni subvenciones de ningún tipo y esto nos ha destrozado”, lamenta Mariño.
Su trabajo hace que los bosques de Doñana sufran menos en verano, ya que la Unidad de Asnos Bomberos se dedica a realizar cortafuegos en zonas sensibles de difícil acceso para evitar incendios forestales en el Parque Nacional, que comprende las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva.
Un trabajo imprescindible
Los asnos comen el pasto seco de forma sistemática y concienzuda permitiendo en algunas zonas que este desaparezca en casi su totalidad.
La plantilla de "burritos bomberos" está compuesta por animales que trabajan a diario durante aproximadamente siete horas en zonas sensibles de sufrir un incendio por acción del pasto seco, donde la belleza natural del entorno en pleno bosque favorece la afluencia de amigos de los animales y la naturaleza.
El Burrito Feliz decidió hace años convertir la provincia onubense en su centro neurálgico a nivel internacional y cuenta con miles de visitas en su página web, la mayoría del extranjero.