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Exterior de la residencia de La Milagrosa de El Coronil. / El Correo -
Uno de los pasillos del geriátrico de El Coronil. / El Correo
El futuro de la residencia de mayores La Milagrosa de El Coronil, con 39 plazas de residentes, es un problema que preocupa a la oposición municipal –PSOE y Movimiento Alternativo de Izquierdas (MAI)–, a los trabajadores del geriátrico y a muchos vecinos de este municipio del Bajo Guadalquivir de cerca de 5.000 habitantes. Las alarmas han saltado porque las cuentas del centro que hasta ahora ha entregado el Ayuntamiento, en manos de Ganemos, no cuadran, desvelan que hay más gastos que ingresos, a ello se unen las denuncias que la plantilla han presentado al PSOE y al MAI en las que plantean que se está produciendo un deterioro «alarmante» de la calidad y atención a los residentes.
Los trabajadores solicitaron mantener un encuentro con la oposición para informar sobre la situación que se vive en la residencia y sus condiciones laborales, que, según la plantilla, son insostenibles. En ella, según el MAI, denunciaron que sufren continuas amenazas «más o menos veladas» por parte del Consistorio, «descalificaciones continuas como personas y como profesionales, un trabajo reiteradamente cuestionado, y una ineficaz organización de las tareas que repercute de forma negativa en el trabajo y en la calidad de la vida de los ancianos». Además, según el MAI, también se quejan de que las instalaciones tienen muchas deficiencias que no se arreglan, a pesar de que los empleados lo han denunciado, «lo que ha provocado que se hayan producido dos incendios en el último mes».
Tanto la portavoz municipal del PSOE, Alicia Melgar, como el portavoz de MAI, Manuel Lara, reprochan al gobierno local que las cuentas ahora no están ajustadas y recuerdan que cuando las hermanas de La Caridad gestionaban el geriátrico no había problemas económicos en el centro. Melgar y Lara manifiestan que las religiosas se fueron del geriátrico dejando un fondo de 120.000 euros, «pero, según las cuentas de 2016 que nos facilitó la alcaldesa, ahora solo quedan 80.000 euros», protesta Melgar, quien, además, afea a la regidora que, a pesar de que ha solicitado en reiteradas ocasiones que aporte las cuentas actualizadas, «no nos las ha entregado hasta ahora».
Ante esta situación, la portavoz socialista exige a la alcaldesa más transparencia y que explique la situación por la que están viviendo los trabajadores, «porque de los 23 que hay en plantilla hay un buen número que está de baja por enfermedad». En este sentido, en un comunicado que ha emitido el PSOE de El Coronil en enero se condena que la regidora acuse directamente a la plantilla del «gasto excesivo por darse de baja», por alegar que eso conlleva a nuevos contratos en la lista de sustitución y rotación de auxiliares de enfermería.
Debido a las condiciones laborales de los empleados del centro, Melgar informa de que los trabajadores de la residencia han convocado para el 13 de febrero elecciones sindicales, «para defender sus derechos, ya que el Ayuntamiento va a modificar su convenio colectivo. La alcaldesa dice que es para mejorar las condiciones laborales, pero yo dudo que si hay problemas económicos sea para beneficiar a la plantilla», apostilla la portavoz socialista.
El portavoz de MAI también advierte del alto número de bajas laborales en la residencia, según señala, casi la mitad de los empleados están enfermos, una cifra muy elevada, por lo que indica que sería conveniente que averigüe qué es lo que está sucediendo.
Lara para dar una solución a los problemas económicos que sufre el geriátrico propone abrir en el mismo inmueble un centro de día, «que quizás se podría llevar con los mismos trabajadores de la residencia y serviría para tener unos ingresos extra».
Aunque los miembros de la oposición temen que si la situación del geriátrico no mejora pueda abocar en su cierre, la regidora, Maribel Gómez, lo niega. Asegura que se han adoptado una serie de medidas para intentar cuadrar los gastos y los ingresos «y en el mes de diciembre ya lo hemos conseguido». La fórmula que se ha empleado es introducir mejoras en los turnos de los trabajadores, sustituir las luminarias por otras de led y abaratar en algunos servicios, «manteniendo e incluso mejorándolos», remacha la alcaldesa.
Gómez aclara, además, que la residencia no es municipal: «Es un patronato en el que forman parte el Ayuntamiento y la Iglesia y que lo presido yo por ser la alcaldesa». Respecto a la modificación del convenio colectivo, señala que el que regía era muy antiguo y estaba fuera de ley, «en el que incluso los sueldos estaban fijados en pesetas», por ello afirma que lo que se va a hacer es actualizarlo.
Finalmente, y respecto a las bajas laborales de los trabajadores, la regidora admite que hay muchos empleados con bajas médicas por enfermedad muy largas, de hasta un año, «pero todas se están cubriendo, para que no afecte a la calidad del servicio que se presta a los mayores. Lamento que la oposición utilice la residencia para hacer política», concluye.