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Un ejemplar de lince ibérico en el entorno de Doñana con los que se intentó repoblar esta especie. / Efe
Horas después de que un ejemplar de lince ibérico fuera arrollado, el mazazo se lo llevaban aquellas personas que atentan contra la preservación del patrimonio natural de Doñana. Efectivos del Seprona de La Puebla del Río y Huelva, auxiliados por perros y agentes de la Guardia Civil de Madrid, imputaron a un vecino de Villamanrique de la Condesa por un supuesto delito contra la fauna y la flora, así como por tenencia de artes ilegales de caza en una finca. La detención se produjo durante la realización de un servicio preventivo contra la caza ilegal en el término municipal aljarafeño, puesto que es uno de los hábitats en el que se mueve el lince ibérico.
La investigación arrancó cuando las comandancias de Sevilla y Huelva realizaban un servicio preventivo dentro de sus actuaciones prioritarias hacia la recuperación de las especies en peligro crítico de extinción con tal de evitar la caza furtiva en una de las casas donde el lince ibérico se cría y se conserva.
Al realizar una inspección en una explotación agraria de Villamanrique, la Guardia Civil localizó varias artes prohibidas para la caza –según la legislación vigente– al ser medios masivos y no selectivos para la fauna silvestre. En total, localizaron 18 lazos de acero sin tope dispuestos para su uso y seis cepos de caza metálicos.
Por otra parte la Guardia Civil localizó un machete ensangrentado que estaba atado con un palo largo, a modo de lanza casera. También encontró cinco lazos de latón y dos rollos de dicho alambre para la fabricación de más lazos, un recipiente con una sustancia granulada oscura –que a priori podría ser veneno– y una escopeta de caza oculta bajo un palet de madera, sin documentación alguna.
Ante la aparición del arma de fuego, el Instituto Armado realizó gestiones y averiguó la procedencia de la misma, deteniendo así a un persona que responde a las iniciales D. M. S. por un supuesto delito de quebrantamiento de condena. Se da la circunstancia de que la persona detenida pese a hacer uso del arma, tenía retirada la licencia por la Autoridad Judicial. Además, la Guardia Civil también imputó al propietario inicial de la escopeta, A. D. R., por un supuesto delito de tenencia ilícita de armas de fuego, al carecer también de licencia de armas. Igualmente los agentes imputaron al propietario de la parcela, con iniciales J. M. H. L., por un supuesto delito contra la flora y la fauna.
Durante la pasada temporada de caza en la provincia, que puso su punto y final el 8 de febrero, la Guardia Civil cursó 1.181 infracciones administrativas, de las cuales, 15 los fueron por infracciones penales y en la que se imputó a ocho personas por vulneración de la ley de caza de Andalucía. Además, también se les atribuyen delitos por tenencia y captura de especies de interés especial y protegidas, especialmente en materia de caza menor y aves de la familia de las fringílidas respectivamente. Por otra parte, el Instituto Armado ha llegado a intervenir hasta 16 armas de fuego y 337 artes y medios prohibidos, como trampas, redes, reclamos, cepos y lazos.