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Rectorado de la Universidad de Sevilla. / Txetxu Rubio
La Universidad de Sevilla (US) ha pasado con buena nota el test internacional de las universidades, y se posiciona entre las 500 mejores del mundo en cinco áreas, con especial relevancia del área de Arte y Humanidades.
Así lo ha dado a conocer la consultora Quacquarelli Symonds en el último informe del Ranking QS by Subject, con una metodología que incluye el análisis de varios indicadores, como la reputación académica y de las empresas que contratan a los estudiantes titulados, las citas y otros indicadores de la investigación que se lleva a cabo, el número de estudiantes e indicadores de internacionalización.
En esta edición 2018 se han analizado 48 disciplinas (dos más que en la edición anterior) englobadas en cinco grandes áreas y los datos reflejan que la Universidad de Sevilla se sitúa a nivel internacional como una de las instituciones de referencia.
Por áreas, la Universidad de Sevilla se sitúa en el rango de las 500 mejores en las cinco grandes áreas, incluyendo por primera vez a la de Ciencias de la Vida y Medicina. La mejor área es la de Arte y Humanidades, situándose en la posición 301, subiendo 36 posiciones.
En el índice por disciplinas, la Universidad de Sevilla presenta unas calificaciones que la sitúan dentro de las 500 mejores en 17 de las 48 analizadas en esta edición. La máxima valoración la obtiene en esta ocasión la disciplina de Matemáticas, alcanzando una valoración de 66,6 puntos, pero hay puntualizar que seis disciplinas obtienen puntuaciones por encima de 60. De este modo, se observa un aumento significativo del impacto de la US a nivel Internacional en las valoraciones de las áreas y disciplinas.
Desde el punto de vista de las áreas, la Universidad de Sevilla presenta una posición media en España. Se observa que la mejor posición corresponde al área de Ingeniería y Tecnología.
Los resultados del informe del Ranking QS han tenido una acogida especialmente buena, después de que en 2016 la Hispalense cayera en la misma clasificación a los puestos 601-650, es decir, unos 50 puestos por debajo de los números de 2015, lo que suscitó numerosas voces críticas, y que se achacó a los recortes. En ese año también cayó en otro de los rankings más conocidos, el de Shanghai.