-
El parque central de bomberos estará vigilado por 16 cámaras de videovigilancia, 15 fijas y una móvil. / El Correo
Cámaras, sensores y hasta alarmas antiintrusos. Tres de los parques de bomberos se blindarán contra los actos vandálicos que ya vienen siendo una denuncia cíclica tanto de la plantilla como del Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB). El Ayuntamiento destinará 98.000 euros en la colocación de dispositivos para «dar solución a las necesidades de fortalecimiento de la seguridad» en los recintos situados en San Bernardo (Parque Central), Pino Montano y Su Eminencia. No será así con el de Carretera Amarilla, que ya cuenta con este tipo de dispositivos desde el año 2014, después de que varios ladrones cometieran robos ante las escasas medidas de seguridad en las instalaciones.
Aunque hubo compromiso de extender la videovigilancia al resto de parques, no se ha introducido hasta ahora, que el actual gobierno local, a instancias de la plantilla, ha publicado los pliegos para contratar un pack que se compondrá de un conjunto de cámaras (un total de 34) distribuidas en estos tres parques, junto con un sistema de grabación y un sistema de gestión multiservicio que permita la integración futuras de otros subsistemas, como puede ser el control de accesos, de sistemas de seguridad o de alarmas técnicas.
Por recintos, el parque de San Bernardo contará con 15 cámaras fijas tipo Bullet que se colocarán en los hangares, los pasillos, el hangar de talleres y el patio descubierto central. Además, se instalará una cámara domo móvil que se situará en los hangares de primera intervención. Todas las imágenes serán controladas por un puesto de control.
En el caso de Pino Montano, las instalaciones serán vigiladas a través de siete cámaras fijas –también tipo IP bullet–, en los hangares de vehículos y los pasillos. Habrá también otra cámara domo fija en la entrada peatonal del lateral derecho de las instalaciones más una cámara móvil en los hangares.
El parque de Su Eminencia, de su parte, contará con 13 cámaras. Diez de ellas son fijas y se repartirán entre los hangares de primera intervención, en los pasillos a estos hangares y en la zona exterior para control de entrada de los coches del personal. A ello se añaden otros tres dispositivos móviles, colocados estratégicamente en los hangares de primera intervención, el patio trasero y la torre de entretenimiento.
Pero, además de las cámaras –todas ellas antivandalismo–, se aplican medidas complementarias como un sistema de alarma contra intrusos, con hasta 20 zonas de detección diferenciadas; sirenas interiores y barreras de infrarrojos, entre otros dispositivos de control.
La demanda de mayor vigilancia, en cualquier caso, no viene de ahora. Ni tampoco el compromiso. Hace cuatro años, el anterior gobierno municipal del PP se comprometió a reforzar la seguridad en los cuatro parques de la ciudad con la instalación de cámaras de videovigilancia para evitar hurtos como los registrados a mitad de 2013 en el polígono industrial Carretera Amarilla. En aquellas fechas, incluso se aseguró de que se estaba «ultimando la redacción del pliego de condiciones para la instalación de una serie de medidas de seguridad», que incluía «un sistema de videovigilancia» en cada uno de los parques. Unos elementos que sólo se colocaron finalmente en el de Carretera Amarilla, por un importe de 34.000 euros.