Como Hamelín con las ratas

El Ayuntamiento ha hecho frente a las denuncias por presencia de roedores con la colocación de clapetas en el alcantarillado y el refuerzo del Zoosanitario

03 sep 2017 / 20:49 h - Actualizado: 03 sep 2017 / 21:51 h.
"Barrios","Emasesa","Juan Manuel Flores"
  • Los operarios de Emasesa iniciaron la colocación de este nuevo sistema en las alcantarillas del barrio de Padre Pío. / El Correo TV
    Los operarios de Emasesa iniciaron la colocación de este nuevo sistema en las alcantarillas del barrio de Padre Pío. / El Correo TV
  • Las clapetas están hechas con un polímero reforzado con fibra. / El Correo TV
    Las clapetas están hechas con un polímero reforzado con fibra. / El Correo TV

Algo tan simple como una clapeta –ahora verán de qué se trata– se ha convertido en la solución perfecta para reducir la presencia de roedores en las calles de la ciudad. El Ayuntamiento de Sevilla, a través de Emasesa, ha iniciado la instalación de esta sencilla válvula de polímero reforzado con fibra en las alcantarillas de aquellas zonas donde se había detectado una mayor presencia de ratas, de modo que actúen como una especie de conducto que permita el acceso de las aguas de lluvia a los imbornales pero que a su vez evite la salida de olores y animales hasta la superficie.

Las calles del barrio de Padre Pío han sido las elegidas para empezar a colocar unas piezas que ya se utilizan en otras ciudades como Málaga o Valencia y que la empresa de aguas instala de oficio en todas las obras nuevas que se realizan. Una solución que el delegado de Bienestar Social y Empleo, Juan Manuel Flores, calificó como «útil» y que «a corto y medio plazo tendrá un impacto para que veamos cada vez menos ratas en la calle». Pero desde el gobierno municipal también se advierte que estas medidas de poco a nada servirán si no se complementan con otras actuaciones. En concreto, y de modo «complementario», se refieren a los trabajos habituales de desinsectación, desinfección y desratización (DDD) que el Zoosanitario ejecuta «en los espacios públicos, solares y edificios de la ciudad».

Precisamente, el objetivo del Ayuntamiento pasa por poder dotar de más medios a los profesionales de este servicio municipal, muy limitado por la falta de personal que acumula. El principal escollo con el que se topa el alcalde Juan Espadas es la limitación derivada de la conocida como Ley Montoro, que impide la reposición de personal aún existiendo vacantes –como es el caso– y hasta disponibilidad económica, algo con lo que también se cuenta. Ante tales limitaciones, el Consistorio hubo de hacer uso de la licitación de un contrato urgente, por valor de 17.000 euros y de un mes de duración, para reforzar el control de plagas en el periodo estival. Lo que permitió contar con dos equipos más de desinfección, desinsectación y desratización (DDD).

Aunque por el momento el Zoosanitario no dispone de estadísticas concretas de las actuaciones de este verano, sí es cierto que este paquete de medidas impulsado por el gobierno local ha ayudado a paliar la situación que había sido denunciada en algunos barrios de la ciudad en el pasado mes de agosto. Sus vecinos, a través de las páginas de este periódico, alertaban entonces de la presencia de roedores en sus calles y hasta en sus propias viviendas.