El efecto terapéutico del circo

La Fundación El Gancho y el hospital Virgen del Rocío presentan ‘La Azotea Azul’, un espacio lúdico al aire libre para los niños ingresados que esperan estrenar en 2019

02 may 2018 / 16:24 h - Actualizado: 02 may 2018 / 16:26 h.
"Sanidad","Salud pública"
  • Voluntarios de la Fundación El Gancho, responsables de los estudios de arquitectura y la niña Rocío Troya, inspiradora de la iniciativa. / Rafael León
    Voluntarios de la Fundación El Gancho, responsables de los estudios de arquitectura y la niña Rocío Troya, inspiradora de la iniciativa. / Rafael León
  • Presentación del proyecto, con Nieves Romero, directora del hospital. / El Correo
    Presentación del proyecto, con Nieves Romero, directora del hospital. / El Correo
  • El efecto terapéutico del circo
  • Recreación de dos de los espacios que albergará La Azotea Azul para que los niños puedan jugar y ver el sol durante su estancia hospitalaria. / El Correo
    Recreación de dos de los espacios que albergará La Azotea Azul para que los niños puedan jugar y ver el sol durante su estancia hospitalaria. / El Correo

Los más de 4.000 niños de toda Andalucía que cada año ingresan en el Hospital Universitario Virgen del Rocío contarán, a partir de 2019, con un espacio lúdico al aire libre que les permitirá escapar de las cuatro paredes de sus habitaciones y las luces de neón para ver el sol, entretenerse y recuperarse antes gracias al efecto terapéutico del circo, que será el hilo conductor de La Azotea Azul, que es como se llamará esta nueva zona recreativa.

La Fundación El Gancho Infantil y el centro sanitario presentaron este miércoles el acuerdo suscrito para la construcción y mantenimiento de este espacio ubicado en la azotea de la segunda planta del hospital infantil y que será inaugurado –esa es la pretensión– a lo largo del año 2019.

Nieves Romero, directora gerente del Virgen del Rocío, calificó la iniciativa como «un proyecto maravilloso y emocionante que esperamos hacer realidad en breve espacio de tiempo», y que «viene a completar nuestra cartera de servicios, teniendo en cuenta que más del 40 por ciento de los niños que ingresan durante media y larga estancia no son de nuestra área hospitalaria. Será muy útil para la recuperación psicológica», recalcó.

Marta Baturone, presidenta de la Fundación El Gancho Infantil, explicó que «es un reto que nos marcamos porque hace falta un espacio donde puedan estar los niños al sol, que cuando salgan fuera se olviden de lo que tienen dentro», añadió.

El proyecto ha sido diseñado por dos estudios de arquitectura de Sevilla, Orfila 11 y JSDALP, quienes convertirán 560 metros cuadrados de azotea en un lugar mágico, con cinco zonas interrelacionadas mediante el circo. Así, La Azotea Azul albergará una carpa principal con escenario y bancos en forma de C para el público, una zona de backstage para disfrazarse y otra para proyección de cine. Junto a ello, un pequeño estanque de agua y un quiosco-taquilla con techo de chistera, que los niños podrán utilizar como biblioteca, para la entrega de regalos, premios, etcétera.

Otra zona será un merendero donde los más pequeños podrán celebrar su cumpleaños, compartir juegos de mesa o estar con la familia y amigos. A esto se le suma un área de acrobacias con columpios, toldos triangulares y dispuestos de forma dinámica para que circule el aire y de sombra a la zona. Continúa con un espacio de relax, con suelo de goma y bancos, donde podrán hacer ejercicios de rehabilitación.

SALA MULTISENSORIAL

El proyecto también incluye una sala multisensorial en el interior del edificio, donde se habilitará una habitación de unos 25 metros cuadrados equipada con material específico para que los profesionales puedan trabajar en la estimulación sensorial de los menores. Este espacio estará rodeado de un jardín de vegetación, cristal, muros y pizarras para garantizar el desarrollo de juegos terapéuticos que ayuden a la recuperación de los niños.

Araceli Sánchez, del estudio Orfila 11 Arquitectos, recalcó que se ha elegido el circo porque «es algo mágico, que transmite pasión y transmite mucho a los niños. La idea es que cuando salgan digan ¡Ooooh!». Javier Jiménez Sánchez-Dalp, del estudio JSDALP, agregó que «a los niños lo que realmente les hace felices es el calor humano, que ya lo tienen aquí gracias a los profesionales, y después el entretenimiento y el juego, que son intrínsecos a ellos. La idea es que no paren de sorprenderse».

El presupuesto global del proyecto asciende a 425.000 euros. Una vez recaudado el 75 por ciento de este importe, las obras se podrán iniciar, lo que se estima que ocurra a principios de 2019. La editorial Norba, que sustenta la Fundación El Gancho Infantil, pondrá una cantidad inicial a la que se sumará lo que aporten algunas entidades y la ciudadanía y lo que se recaude a través de eventos –el artista Rafa Almarcha (Siempre Así) hará una canción alusiva–, venta de libros o merchandising.