El gluten, desenmascarado

Más del 40% de los celiacos incumple su dieta, la mayoría de manera involuntaria

30 oct 2016 / 20:12 h - Actualizado: 31 oct 2016 / 07:12 h.
"Alimentación","Universidad de Sevilla"
  • Isabel Comino, Doctora en Farmacia y participante en el estudio. / El Correo
    Isabel Comino, Doctora en Farmacia y participante en el estudio. / El Correo
  • Carolina Sousa, Catedrática de Farmacia de la Universidad de Sevilla, en su despacho. / El Correo
    Carolina Sousa, Catedrática de Farmacia de la Universidad de Sevilla, en su despacho. / El Correo

Más del 40 por ciento de las personas celiacas diagnosticadas como tales incumplen su dieta, y la mayor parte lo hacen de manera involuntaria. Es la conclusión más llamativa de una investigación que han realizado la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla (US) y la empresa de base tecnológica Biomedal, con sede en Sevilla.

Del estudio han surgido más datos interesantes: las tasas de incumplimiento de la dieta sin gluten son mayores en hombres adultos (60 por ciento) que en mujeres (31 por ciento) y, a medida que baja la edad de los pacientes, aumenta el cumplimiento de la dieta: sólo el 12 por ciento de los preescolares la incumple.

El incumplimiento es, en un notable porcentaje de los casos, involuntario, cosa que puede chocar en un momento en el que la celiaquía es una enfermedad habitual y para la que existe una variada gama de productos específicos.

«Los celiacos son un colectivo que no pueden tomar absolutamente nada de gluten. La única manera que tienen de llevar la enfermedad es haciendo una dieta sin gluten de por vida», explica la catedrática de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla Carolina Sousa. «No es fácil», explica, y añade: «Cuando se mira de fuera se piensa: una dieta sin gluten no es complicada. Pero sí, sí lo es. Porque a veces hay contaminaciones cruzadas en muchos alimentos».

Los problemas de los celiacos no acaban ahí. Entre otras cosas, porque muchos no están diagnosticados. «Hay mucha gente que no relaciona la enfermedad celiaca con la sintomatología, sobre todo en adultos. Normalmente, es una enfermedad relacionada a nivel intestinal, con diarreas, problemas de peso, hinchazón en el abdomen. Pero también hay una sintomatología intraintestinal que mucha gente no correlaciona con la celiaquía, y el propio médico tampoco es consciente», advierte Sousa. Ese porcentaje sin diagnosticar es un serio problema.

Existen métodos de detección y control para los enfermos celiacos. Isabel Comino, doctora en la Facultad de Farmacia de la US, cuenta que «actualmente, para el control de los enfermos celiacos, se les cita a revisiones, normalmente anuales, y en las que lo que se mide son los anticuerpos del propio paciente, una consecuencia de haber consumido gluten, no una medida directa de su consumo».

Hay una segunda opción: realizar un cuestionario al paciente. «La respuesta puede ser que el paciente no recuerde haber comido un determinado alimento o que desconozca si tiene gluten o no. Eso sobre todo ocurre en los alimentos que se elaboran en casa o cuando se va a un restaurante», cuenta Comino.

Sólo la biopsia intestinal es un método fiable para estudiar la evolución de los celiacos que siguen la dieta sin gluten. Aunque es una técnica invasiva y desagradable para el paciente y tiene costes muy elevados para el sistema sanitario.

Biomedal ha desarrolla una nueva tecnología, que ha llamado iVYLISA GIP Stool y que proporciona numerosas ventajas, como detectar directamente en muestras de heces las trazas del gluten que los celiacos han ingerido los últimos días. El ahorro de biopsias tampoco es una ventaja menor.

«A diferencia de los métodos que se utilizan ahora, que lo que demuestran son las consecuencias de las transgresiones dietéticas, nosotros proponemos un método directo que verifica si el paciente ha consumido o no gluten de manera directa, aunque sea de manera involuntaria o por desconocimiento». Se evitan así consecuencias como problemas gastrointestinales u otros síntomas.

La participación en el estudio de una empresa privada permite que se vea «una aplicación a corto plazo y una empresa dispuesta a sacar al mercado los productos que se han desarrollado aquí en el laboratorio», valora Comino. De momento, utilizan este método algunos hospitales privados, aunque ya se trabaja para incorporarlo al sistema público. En un futuro, los propios pacientes podrán utilizarlo en su casa.