El Papa Juan XXIII regresa a su plaza restaurado

La Gerencia destina 3.000 euros a intervenir el busto del pontífice

05 jul 2018 / 15:48 h - Actualizado: 06 jul 2018 / 13:55 h.
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Tras medio año largo de ausencia, el busto del Papa Juan XXIII, que da nombre a esta barriada del distrito Cerro-Amate, ha regresado a su entorno habitual estrenando restauración y nuevo emplazamiento, ahora más cercano a la iglesia de la plaza donde se levanta su monumento.

La escultura del Papa, obra del escultor Sebastián Santos Rojas, fue retirada de su ubicación al iniciarse las obras de reforma de la plaza de Juan XXIII, cuya reurbanización fue inaugurada por el Ayuntamiento el pasado mes de enero tras una inversión municipal de 200.000 euros que incluyó la instalación de nuevas áreas de juegos infantiles y para mayores. Medio año después de aquella inauguración, la reforma de la plaza ha quedado rematada ahora con la reubicación del monumento al Papa santo, que ha vuelto a casa restaurado, luciendo sobre un altar mejorado y, a petición de los vecinos, en un emplazamiento más cercano al templo parroquial.

La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla ha invertido más de 3.000 euros en devolver al monumento sus valores artísticos y estéticos. Como resultado de las revisiones periódicas que la Gerencia realiza de los monumentos públicos de la ciudad, se comprobó el mal estado que presentaba el busto del Papa que promovió el aggiornamento de la Iglesia a raíz del Concilio Vaticano II.

La escultura presentaba dos abolladuras profundas y una perforación en el solideo, aunque lo más llamativo de su estado era la cubrición de la totalidad de su superficie por dos manos de pintura acrílica superpuestas (una blanca y otra negra). Esta circunstancia hizo suponer que el bronce había perdido la pátina de protección o bien, que de existir, la perdiese con la retirada de las capas pictóricas. Por otra parte, los pernos de hierro que fijaban el busto al pedestal se encontraban oxidados.

Se trata de una de las últimas obras de la trayectoria artística de Sebastián Santos Rojas. Fue encargada por el Ayuntamiento para decorar en 1972 la plaza de la recién terminada barriada Juan XXIII. El busto, realizado en bronce, es un retrato naturalista y fiel a la iconografía del Pontífice homenajeado. Además de sus valores plástico y conmemorativo cuenta con un importante valor etnológico entre los vecinos de la barriada que durante tiempo se han encargado, con diferente fortuna, de su mantenimiento.

El tratamiento para su restauración ha consistido en la limpieza de la superficie hasta la retirada completa de las capas de pintura superpuestas, así como en la restitución y corrección de las abolladuras que presentaba hasta recuperar su forma habitual. Además, se han sustituido los pernos de hiero por otros de latón.

El busto del Papa proclamado santo en abril de 2014 luce ahora sobre un nuevo pedestal mejorado, construido con material de los almacenes municipales, y con el mismo enrejado, también retocado, que lo protegía de los actos vandálicos.