Menú

«El parque de la Música es la mayor chapuza de la historia»

La «necesidad» ha provocado la unión de las barriadas Huerta del Águila y Los Prunos. Ambas alzan la voz para reclamar limpieza y mantenimiento del entorno de la estación de Cocheras de Metro

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
12 feb 2018 / 08:25 h - Actualizado: 12 feb 2018 / 08:25 h.
"Barrios","Cerro - Amate"
  • El representante vecinal Fernando García en una de las calles de la barriada de Los Prunos. / El Correo TV
    El representante vecinal Fernando García en una de las calles de la barriada de Los Prunos. / El Correo TV

Son dos barriadas pero desde hace unos meses han confluido en un único movimiento vecinal...

—La necesidad y el abandono crónico al que estamos sometidos ha hecho unirnos para hacernos oír y decir que esto también es el distrito Cerro-Amate. Aunque estemos más lejos. Aquí también vivimos familias, que cumplimos con el pago de los impuestos y, por tanto, reclamamos que desde la otra parte también se cumpla con las obligaciones de limpieza, mantenimiento y seguridad ciudadana.

—Precisamente, la seguridad, o mejor dicho la ausencia de la misma, se ha convertido en el caballo de batalla vecinal...

—Es un problema grave que estamos sufriendo desde hace unos meses. Casi todos los días, sobre todo al llegar el fin de semana, se producen robos a la carta en la parcela del aparcamiento y su entorno más próximo. Se llevan ruedas, baterías de coches... Rompen cristales, espejos retrovisores... Es una situación insostenible. La gente tiene miedo y los comercios están cada vez más preocupados.

—¿Cómo afecta todo esto al parque de la Música construido hace nueve años con materiales de primera calidad, un diseño innovador y una gran inversión?

—El parque es una chapuza con todos los millones que costó. La mayor chapuza de la historia. Está totalmente abandonado: sin iluminación ni vigilancia. Ahora sirve de refugio para determinados grupos que vienen y hacen fogatas en las escalinatas. También lo dejan todo sucio o arrojan botellas y papeles a los solares que hay al lado de las viviendas. Son de Avra, de la Junta. Cuando crece la hierba y llega el verano, salen ardiendo. El año pasado las llamas afectaron al interior del patio de una casa de Huerta del Canario.

—¿Cuándo ha sido la última vez que se ha reclamado este problema?

—Hace unos meses vinieron el delegado del distrito y el director de Parques y Jardines. Entre los problemas le expusimos también el socavón que se ha abierto bajo la pasarela que va al ascensor de la estación del Metro. Y es que este montículo de arena está cediendo. Se puede ver en las losas del perímetro que se caen. Dijo que lo trasladaría a Metro de Sevilla.

—¿Qué otras necesidades hay?

—También el caso de la calle Huerta del Águila. A la altura del número 15 se colocó una rampa con la obra de reurbanización del Metro que ha quitado intimidad a la familia del bajo. La gente se sienta allí y arma jaleo. Luego, en esta zona, está pendiente la colocación de pivotes para evitar que las motos pasen a toda leche.

—De todo ello, ¿a qué se ha comprometido el distrito?

—A quitar el árbol de la calle Binéfar que causa alergia a una pequeña de apenas cinco años. La niña tiene que irse a la casa de los abuelos cuando llega la época de floración. En julio prometieron la tala, se ha aprobado en el distrito el pasado 16 de enero... Ahora, a ver cuándo lo cambian por otro ejemplar menos nocivo.