Más cariño o, en este caso, el triple de dinero para su restauración. Esto es lo que prevé darle la Gerencia de Urbanismo al Patrimonio de la ciudad en los próximos presupuestos. En 2016 se destinaron 100.000 euros a la rehabilitación de monumentos históricos y, para este nuevo ejercicio, se destinarán 310.000 euros.

La intención del Gobierno de Juan Espadas es reforzar la inversión en conservación de monumentos históricos como la antigua Fábrica de Artillería, las Naves de Renfe y el Monasterio de San Jerónimo (a través del programa de Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado, DUSI, financiado con fondos Feder), poner en valor la Casa Fabiola como sede de la Colección Bellver y la Casa Palacio Pumarejo.

A todo esto se suman varios objetivos: Santa Clara, con partidas presupuestarias asignadas en el ICAS y en la Gerencia de Urbanismo; Santa María la Blanca, con pagos pendientes, y la capilla de San José.

En este último caso, el Gobierno municipal se plantea la restauración a través de un convenio. Durante los últimos meses, se han realizado diferentes estudios técnicos y reuniones para valorar la implicación municipal en la recuperación de las valiosas pinturas murales de este Monumento Nacional propiedad de la orden capuchina.

Además, el Ejecutivo de Espadas asegura que están en estudio otras intervenciones, como la del antiguo convento de Madre de Dios.

No obstante, dadas las dificultades técnicas que tienen estos convenios las cuantías concretas y las posibilidades reales de cada apoyo se irán evaluando «conforme avancen los expedientes», según fuentes del Ayuntamiento.

En el caso del convento de Madre de Dios, en los últimos años la asociación Areca ha organizado diferentes actividades y eventos para recaudar fondos y, por ahora, han reunido 15.000 euros. El proyecto integral de rehabilitación asciende a 1,4 millones de euros, pero la actuación de urgencia para frenar la pérdida de las pinturas es de 80.000 euros.

Según fuentes consultadas del Consistorio, la partida presupuestaria se ha triplicado con el objetivo de tener recursos para hacer frente a los proyectos de colaboración que finalmente se puedan tramitar.

Por otro lado, hay que destacar que el presupuesto municipal destinó a la eliminación de grafitis 15.000 euros en 2015, la misma cantidad que se invirtió en 2016. Se suelen considerar los factores medioambientales como los principales agentes de deterioro de los monumentos al estar ubicados a la intemperie, sin embargo, el principal problema al que hace frente su conservación es el vandalismo, según los técnicos municipales. En Sevilla el vandalismo que sufren los monumentos es un gran problema en la gestión municipal y, desgraciadamente, no es nada nuevo. Es una constante en la ciudad.

Según información del Ayuntamiento, la obra más dañada en 2015 fue el monumento al Vendedor de Prensa (arreglado hasta en cuatro ocasiones), situado entre Lumbreras y Torneo. Le siguen los de Fray Bartolomé de las Casas, General San Martín y la Duquesa de Alba.

Además, la estatua de Curro Romero se limpió en varias ocasiones por actos vandálicos. También los sufrieron la Inmaculada Concepción (plaza del Triunfo), el mural Verbo América(puente de la Barqueta), la Cruz de la Cerrajería (Plaza de Santa Cruz) y los Jardines de la Lonja (avenida de la Constitución), donde se recuperaron los delfines de las fuentes y se devolvieron los famosos perros a sus pedestales en 2015.