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El aparcamiento subterráneo de la plaza Rafael Salgado dispone de medio millar de plazas para el estacionamiento de vehículos. / Inma Flores
La eliminación de 200 plazas de aparcamiento en superficie regulado por precio o zona azul en Bami no es la única medida que está en la Mesa de la Movilidad que el Ayuntamiento ha diseñado para resolver la polémica ampliación de este sistema de estacionamiento rotatorio impuesto hace más de un año por el Gobierno de Juan Ignacio Zoido. El equipo del alcalde, Juan Espadas, ya está trabajando en reactivar el proyecto del aparcamiento subterráneo de la plaza Rafael Salgado como alternativa a los problemas de estacionamiento que presenta una barriada que, entre centros hospitalarios, administraciones públicas, colegios y otras empresas, ve duplicada su población durante el día.
El parking de la plaza Rafael Salgado se encuadra dentro de los proyectos de aparcamientos adjudicados en 2006 por el Consistorio a la empresa de Aparcamientos y Equipamientos (Equipark), rebautizada después como Resipark, y que fue declarada en concurso de acreedores dando lugar al conocido conflicto que afectó a numerosos vecinos que entregaron fianzas y se quedaron sin sus plazas. Sin embargo, este de Rafael Salgado sí llegó a ser construido por la empresa adjudicataria. En 2013, el Gobierno del PP aprobó encomendar a la Gerencia de Urbanismo un «estudio de viabilidad» para su puesta en funcionamiento, pues a las instalaciones aún le queda «la inversión necesaria en materia de pintura, maquinaria de diversa naturaleza y otros elementos». De hecho, hay una partida de 554.000 euros para este aparcamiento y el del Valle. Se hizo el acondicionamiento del Valle y están pendiente aún los 450.000 euros de Rafael Salgado que «ni se han ejecutado, pues no se ha iniciado expediente de tramitación en estos últimos cuatro años», según han detallado fuentes municipales.
Ahora Espadas quiere rescatar este proyecto y ejecutar la inversión que necesita para que puedan ser usadas las 500 plazas de que dispone este aparcamiento soterrado de Bami. La idea que se baraja, aunque aún habría que concertarlo más, es que este espacio de estacionamiento se reserve a trabajadores del entorno, entre los que se encuentran el personal sanitario del hospital Virgen del Rocío y también para los vecinos.
Aunque su puesta en funcionamiento no será tan inmediata como la supresión de las 200 plazas de zona azul prevista para septiembre, lo cierto es que es un planteamiento que de momento ha contentado a las dos partes implicadas. Así los representantes de la plataforma contraria a la zona azul en Bami aseguran que es «un punto inicial muy importante», aunque esperan ir conociendo «más detalles» a partir de septiembre para concretar a los posibles beneficiarios de este nuevo lugar de estacionamiento en el barrio. Su portavoz, Yolanda Álvarez, tildó además de «muy positivo» el primer encuentro que mantuvieron hace unos días con el alcalde y el resto de representantes municipales: «Es un primer gesto, un primer paso el que nos dijera que se van a eliminar 500 plazas de zona azul para estudiantes, 200 de ellas en Bami». Eso sí, Álvarez insistió en que seguirán trabajando para lograr el objetivo inicial de la plataforma: «Que se elimine toda la zona azul en Bami». Para ello serán fundamentales las reuniones que se celebrarán tras el verano y en las que la otra parte, la asociación de vecinos Bami Unido que defiende la zona azul aguarda con impaciencia: «Vamos a escuchar primero y luego ya veremos», señaló la presidenta vecinal Ana Ojeda.