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Estado que presentan los soportales del barrio Las Golondrinas. Foto: El Correo.
«Si se le pregunta a un niño del barrio de qué color es el uniforme de la Policía Local, no sabría responder porque no lo ha visto». Con esta tajante declaración los vecinos de Las Golondrinas, en el distrito Macarena, denuncian la falta de vigilancia en el barrio y, como consecuencia directa de ello, continuos problemas de convivencia e inseguridad en las plazas y bajos de los bloques de pisos.
Los residentes de la Comunidad de Propietarios Las Golondrinas aseguran sentirse ya «cansados» de solicitar por teléfono, whatsapp y escritos «protección» para el vecindario y para «persuadir» a los grupos de incívicos –entre los que estaban adolescentes y ahora personas sin techo- que, según relatan, «con sus malas prácticas» y «hábitos irrespetuosos» están degradando la imagen de un barrio que «ha sido modélico en su habitad hasta la fecha» y que «no quiere perder su tranquilidad».
«Esperemos que nos asistan los medios locales a los que contribuimos con nuestros impuestos», concluye una de las cartas enviadas recientemente por los vecinos de Las Golondrinas a la delegada del distrito Macarena y bajo el asunto de «inseguridad ciudadana». En ella se detallan los problemas que vienen sufriendo, «a pesar de llamadas del vecindario a la Policía, y que nadie asiste». En primer lugar, han apuntado a «jóvenes maleducados» que «campan a sus anchas en nuestro barrio con sus malas prácticas: fumar porros, beber, echar basuras a la calle, músicas a deshoras, perros peligrosos sueltos, con pelotas dando en los jardines, orines...»
Coche robado y hurto en una tienda
En otro de los escritos, también dirigido con el mismo asunto («Inseguridad ciudadana») a la delegada del distrito y adjuntado también al edil responsable de Seguridad Ciudadana, se insiste en que continúan «sin ver por el barrio la visita de la Policía Local», a quien consideran «responsable» de la situación que padecen en Las Golondrinas a consecuencia del incivismo, ahora ya del colectivo de indigentes que ha ido en aumento, llegando a contabilizar «hasta cinco en una misma noche durmiendo al lado de nuestros portales».
El relato vecinal desvela la desesperación del barrio en estas últimas semanas con estos nuevos inquilinos. «Han estado metiéndose en un coche robado. Meando y haciendo sus necesidades en nuestros jardines. Se ponen en la calle Rayo de Luna, avenida del Romanticismo... También se ha producido un robo en una tienda de Rayo de Luna... A pesar de las múltiples llamadas al Cecop [entidad del Ayuntamiento encargada de estos asuntos sociales] y a la delegada del distrito, seguimos igual. Cuando hemos llegado a contar hasta siete coches parados en las puertas de la comisaría de La Barzola. Todos estamos cansados de la inacción de la Policía Local, a lo que, según el Cecop, le corresponde esta actuación».
¿Cerramiento de soportales?
Como último recurso hay quien ha comenzado a barajar la posibilidad de realizar un cerramiento de los soportales de los bloques de pisos para alejar a estos colectivos incívicos. La medida, sin embargo, sería desproporcionada y contraproducente, según ha expuesto la directiva de la Comunidad General de Propietarios Las Golondrinas. «No podemos tener 28 jaulas en el barrio».
Por todo ello, se vuelve a reivindicar la necesidad de que el barrio cuente «de una vez por todas» con vigilancia policial: «cambiar la inseguridad por la seguridad del barrio», como finaliza el escrito enviado al distrito de hace un mes.