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IU quiere que se apliquen paradas antiacoso en los autobuses nocturnos de Tussam. / Manuel Gómez
Sevilla es una ciudad segura pero puede serlo aún más. Esto es lo que plantea la concejal de IU, Eva Oliva, cuya formación planteará en el próximo pleno municipal una propuesta para que la empresa pública de transportes de la ciudad implante paradas «antiacoso» en sus líneas nocturnas.
La iniciativa que pone sobre la mesa la formación de izquierdas surgió en ciudades francesas como Nantes ya en el año 2015 y en los últimos meses la medida se ha replicado en diversas ciudades españolas (Sabadell, Terrasa, Bilbao, Vigo, Santander...) con éxito.
Básicamente, la propuesta consiste en plantear «paradas intermedias» o «a demanda» de las mujeres en los autobuses nocturnos de la ciudad, lo que posibilitaría apearse en una zona más cercana a su destino, lo cual a su vez reduce la sensación de inseguridad y el riesgo de agresiones.
En el caso de las paradas intermedias, se trataría de establecer un punto medio fijo entre dos paradas para que la persona que lo solicite tenga que hacer menos recorrido hasta su destino. Por otro lado, estarían las paradas a demanda, donde, en este caso, la usuaria podría indicar al conductor dónde parar exactamente, siempre y cuando no implique desviarse de la ruta.
Antes de implantar estas medidas, que «elevan la seguridad de las mujeres que viajan solas de noche en los transportes públicos», la formación de izquierdas plantea realizar un estudio para mejorar la seguridad, movilidad y accesibilidad de la ciudad desde una perspectiva de género. Para ello, será necesario un informe en el que se recojan los supuestos en los que se justifique debidamente en qué circunstancias podrán autorizarse paradas nocturnas intermedias, fuera de las actualmente prefijadas para las líneas nocturnas, en los tramos, condiciones y horarios que se determinen.
En otras ciudades españolas donde la medida ha llegado este mismo mes de febrero, las mujeres que quieren hacer uso de este servicio le indican directamente al conductor el punto exacto en el que quieren bajarse y se quedan en los asientos delanteros del vehículo para que llegado el momento puedan salir por la puerta de delante, situada al lado del chófer en lugar de tener que hacerlo por la puerta trasera.
«Muchas mujeres tienen que bajarse en paradas donde alrededor no hay nada ni nadie haciendo largo e inseguro el tiempo de espera o el del camino a casa», denuncia Oliva, quien asegura que «muchas mujeres incluso a fin de evitar estas situaciones optan por el transporte privado en su vuelta a casa de noche».
Por su parte, el Consistorio hispalense, ya avisó hace unas semanas que no contempla crear este tipo de paradas intermedias en las líneas de autobuses nocturnos para mujeres, «sin descartar su estudio en el caso de que la población lo demandara».
La concejal de Igualdad, Juventud y Relaciones con la Comunidad Universitaria, Myriam Díaz, consideró la medida destinada a reducir el riesgo de una agresión sexual como «una buena idea» dada su relevancia en la seguridad de la mujer. Sin embargo, puntualizó que un estudio municipal sobre juventud destaca que las chicas «se sentían seguras de noche de camino a casa». Por ello, la edil socialista precisó que el Consistorio «no ha recibido ningún tipo de demanda ni percepción del problema», por lo que descarta en principio su aplicación. Díaz admitió que se han podido dar «algunos incidentes de este tipo puntos de la ciudad». Con respecto a estos casos, hizo un llamamiento a la «calma», ya que «vivimos en un ciudad pacífica, sin problemas de seguridad».
La concejal admitió que «podría trabajarse» con el servicio nocturno de Tussam, cuyos conductores, recordó, se han formado para la prevención y detección de violencia de género, por lo que «si una chica informa a un conductor sobre el tema, no habría problema».