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Ciclistas de todas las edades participaron en la vigésima edición del Día Metropolitano de la Bicicleta. / Manuel Gómez -
Desde Utrera llegaron ciclistas vestidos de época. / El Correo
Los ciclistas de Sevilla y 31 localidades metropolitanas –incluidas las más grandes: Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Mairena del Aljarafe, Utrera y Los Palacios y Villafranca– se reunieron ayer en la capital hispalense en el XX Día Metropolitano de la Bicicleta, una manifestación sobre dos ruedas que unió la celebración, el paseo, la fiesta, un poco de postureo y la reivindicación.
Hasta 4.000 usuarios de la bici se concentraron en casi una treintena de puntos entre las 9.30 y las 12.00 horas (en la Puerta de Jerez) para dirigirse después al parque del Alamillo, donde confluyeron todas las marchas a eso de la una de la tarde. El itinerario más largo, 20,9 kilómetros, partió de Sanlúcar la Mayor.
En la Puerta de Jerez centenares de ciclistas –ancianos con maillot, jóvenes como los de la asociación de bicicletas antiguas La Sana de Utrera con trajes de época, patinadores y hasta los hell angels de la bici del club Ciclolegas del Cerro del Águila– comenzaron su camino guiados por el veterano dirigente ciclista Ricardo Marqués y su asociación A Contramano, quienes durante décadas reivindicaron el carril bici urbano de Sevilla, que su periferia mira con envidia.
Como Marqués explica, los problemas de verdad comienzan nada más salir de la ciudad. El más serio, la falta de conexión segura entre San Juan de Aznalfarache y Sevilla, interrumpida por la autovía de circunvalación SE-30. El más general, la falta de fondos para el Plan Andaluz de la Bicicleta, paralizado por eso en la práctica y que debería haber servido para tener ya conectados los municipios del área metropolitana con carriles bici.
En este sentido, hay muchas urbanizaciones alrededor de Sevilla que podrían tener fácil comunicación con su cabecera municipal o con los pueblos vecinos en bici, pero la única alternativa es el coche debido a arcenes inexistentes o en mal estado, o a carriles bici que se interrumpen en mitad de la nada.
Así, la accidentalidad per usuario de la bici ha caído en Sevilla capital, pero se mantiene muy alta en la corona metropolitana, lamenta Marqués, por la falta de una red de conexiones coherentes.
Sergio Márquez viene de Dos Hermanas. Lleva tres años participando y reclama un carril bici hasta Sevilla, porque el recorrido, que se hace en 30-35 minutos, incluye siete kilómetros a través de la carretera Madrid-Cádiz (N-IV), desdoblada como una autovía y con «muchísimo tráfico». También se queja de la falta de carril bici en el centro de la ciudad nazarena.
Eduardo Richart es secretario del Club Ciclista de Los Palacios, organización que ha acudido a todos y cada uno de los Días Metropolitanos de la Bicicleta desde el primero, en 1997.
El camino hasta Sevilla discurre por carriles deteriorados «y no sabemos a qué administración corresponde arreglar cada tramo», pero donde ha habido más accidentes es en la salida a Utrera, donde José María Zabala se queja del trazado del carril bici local, «peligroso en la barriada La Fontanilla».
Y desde la envidiada Sevilla –por lo completo de su red ciclista– también hay espacio para la mejora: Rosa María Pacheco reclama un carril bici por la calle Arroyo, con demasiado tráfico para ir tranquila en bici al trabajo.