La ‘guerra fría’ del presupuesto

Espadas busca calmar el seísmo PP-Cs y pide «voluntad real» al pacto. Pérez quiere retirar de la ecuación a Millán, que defiende su acuerdo

Iñaki Alonso @alonsopons /
17 ene 2018 / 23:40 h - Actualizado: 17 ene 2018 / 23:44 h.
"Presupuestos"
  • Juan Espadas y Beltrán Pérez, en una de las últimas reuniones mantenidas. / El Correo
    Juan Espadas y Beltrán Pérez, en una de las últimas reuniones mantenidas. / El Correo

El alcalde, Juan Espadas, se ha acostumbrado a la cuesta de enero que supone tener que debatir unos presupuestos en franca minoría. Un escollo que se centra, sobre todo, en ese juego de trileros en el que todos, regidor incluido, se apuntan sin vacilar. Todos mueven con habilidad y rapidez sus cubiletes, sin mostrar la bolita que le daría vía libre a unos presupuestos que, demostrado está –así lo remarcan a modo de tirón de oreja los dictámenes de los agentes sociales y económicos– necesita aprobarse cuanto antes porque si no se queda sin ejecutar.

Tras un inicio de semana en el que el acuerdo parecía casi amarrado –según los populares–, la negociación presupuestaria se ha anclado en una guerra fría entre Ciudadanos –aliado histórico del PSOE– y el PP por alzarse como el desbloqueador único de las cuentas.

Espadas, como es ya tradición, no le hace ascos a nadie: sabe que los focos están a su derecha, con reuniones públicas y retransmitidas al minuto con Cs y PP, pero no olvida a sus otrora aliados de investidura, IU y Participa Sevilla, cuyas enmiendas tienen encaje en el dibujo presupuestario que llegó a presentar hace ya mes y medio.

De ahí que, en plena vorágine de Fitur, invitó a todos los grupos municipales a expresar «su voluntad real de apoyar a que la capital andaluza tenga presupuesto». Un mensaje calcado al que plasmó hace un año, cuando se encontraba en la misma encrucijada para obtener ese mínimo de 16 concejales –de 31 – para que prosperen sus presupuestos.

Plazo final: una semana

Espadas quiere contar con «la opinión definitiva de los otros tres grupos» –el apoyo de Cs lo tiene atado–, aunque cortejó más al PP, al que le tendió «de nuevo» la mano. Pero, en su afán de que no le mareen la perdiz, marcó un plazo: quiere convocar la comisión de Hacienda –que fue aplazada y es paso previo a su debate en pleno– «la semana que viene».

El mensaje de Espadas es integrador, pero el debate tiene mucho de pelea política e incluso, por qué no decirlo, preelectoral. El portavoz de Cs, Javier Millán, no quiere perder su condición de oposición útil e invitó a los partidos a «tener altura de miras». También alargó sus ataques al líder popular, Beltrán Pérez, al que le reprochó que «quiera tirar a la basura el acuerdo» que cerró a mediados de diciembre con los socialistas en vez de adherirse con unas propuestas que considera asumibles.

Pérez, por contra, no está por la labor de tener de compañero de viaje a la formación naranja, y dio a Espadas una única opción: «el acuerdo histórico con 23 concejales». Es decir, solo con los concejales del PP y el PSOE. ¿Y por qué no Cs? «Porque no quiere y solo quiere dinamitar el acuerdo», señaló Pérez.