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La muralla de la Macarena será limpiada tras diez años de abandono

Lipasam acometerá a corto plazo estos trabajos de mantenimiento

14 may 2016 / 20:35 h - Actualizado: 14 may 2016 / 21:55 h.
"Distrito Macarena","Patrimonio","Urbanismo"
  • Lipasam eliminará la vegetación de la muralla de la Macarena. / Pepo Herrera
    Lipasam eliminará la vegetación de la muralla de la Macarena. / Pepo Herrera

Ha tenido que pasar una década para que un gobierno municipal vuelva a apostar por la rehabilitación de la muralla de la Macarena. En esta ocasión, el Ayuntamiento de Sevilla procederá a la limpieza del lienzo de muralla más amplio que se conserva, después de que varias asociaciones vecinales y entidades culturales hayan reclamado que se lleven a cabo estos trabajos de mantenimiento en un monumento declarado Bien de Interés Cultural en enero de 1908.

En concreto, serán empleados de Lipasam quienes procedan a realizar estas tareas sobre la muralla a corto plazo. Aunque aún no existe una fecha concreta para ejecutar esta limpieza, sí queda clara la voluntad municipal de apostar por uno de los últimos reductos de la muralla que rodeaba por completo a Sevilla antes de que en 1868 se procediera a derribar buena parte de sus muros para permitir la ampliación de los límites de la ciudad.

La actuación comprenderá la eliminación de la abundante vegetación aparecida sobre el muro interior de la muralla, que incluso ha provocado que florezcan algunas especies sobre las almenas más cercanas al Arco de la Macarena. Un hecho que está generando la rotura de los morteros y la argamasa ante la fragilidad de los materiales de construcción: tierra, cal y guijarros. Por ello, buena parte de los trabajos se centrarán, precisamente, en el tramo comprendido entre la Torre Blanca, ubicada junto al primero de los postiguillos de la muralla, y la propia puerta de la Macarena, zona que sólo fue intervenida levemente durante la última rehabilitación municipal.

Precisamente estos últimos trabajos de limpieza sobre el monumento se desarrollaron en el año 2007, durante el mandato del alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. Para ellos, la Gerencia de Urbanismo contó con un presupuesto superior a los 1,3 millones de euros, de los que la mayor parte se invirtió en el tramo entre la Puerta de Córdoba y el pequeño arco situado frente a la calle Sánchez Perrier, el más deteriorado de todos.

La rehabilitación de 2007 supuso la intervención de arqueólogos y obreros, que realizaron tareas de excavación en toda la barbacana con objeto de convertirla en un paseo. Además, se limpiaron y repellaron los muros y se dotó al espacio de un sistema de iluminación artística. Por último, el Ayuntamiento optó por la ampliación de los acerados interiores de la muralla, con la consecuente eliminación de aparcamientos en la calle Macarena. En aquel año también se intervino, aunque con menos detalle, el tramo restante hasta el Arco de la Macarena, que ya había sido objeto de una limpieza entre los años 1984 y 1988.

Recientemente, el grupo municipal de Ciudadanos mostró su intención de elevar una moción al próximo pleno de la junta municipal del Distrito Casco Antiguo para pedir la limpieza y mantenimiento de estas murallas. La formación naranja denunció que el monumento sufre «un ataque de flora invasora», con especial afección a la zona del paseo de ronda y el espacio ocupado por los merlones y las almenas.

EL SIGUIENTE RETO: QUE EL MONUMENTO SEA VISITABLE.

En la actuación de 2007, el Ayuntamiento planteó adecuar la Puerta de Córdoba como un centro de interpretación de las murallas y puertas históricas de la ciudad. Se trataba del punto de partida de un itinerario que llevaría al paseante a recorrer el espacio existente entre la barbacana y la muralla e incluso a subir a lo más alto de la Torre Blanca. Fue el enésimo proyecto fallido para abrir al público un monumento cuyo futuro turístico estudia el gobierno municipal.