La restauración de la Muralla se iniciará en la Puerta de Córdoba

06 jul 2016 / 19:02 h - Actualizado: 07 jul 2016 / 14:32 h.
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  • La Puerta de Córdoba será objeto de mejoras en cuanto a su limpieza y conservación. / Manuel Gómez
    La Puerta de Córdoba será objeto de mejoras en cuanto a su limpieza y conservación. / Manuel Gómez

Las obras de restauración de la Muralla de la Macarena comenzarán por la Torre Puerta de Córdoba. La última comisión ejecutiva de Urbanismo dio luz verde a la concesión de la licencia de obras de conservación, mantenimiento y acondicionamiento de este edificio adjunto a la iglesia de San Hermenegildo.

El proyecto para actuar en esta puerta de la antigua Muralla, que pasa inadvertida para la mayoría de los sevillanos, consiste en la limpieza, consolidación y cosido de las grietas en los revestimientos de la torre así como la sustitución de la instalación eléctrica y los elementos de cerrajería existentes en la escalera de acceso.

Este edificio es uno de los pocos elementos del recinto amurallado de Sevilla que se mantienen en pie tras el derribo masivo de elementos que se produjo en la segunda mitad del siglo XIX del que se salvaron el arco neoclásico de la Macarena y el medieval del postigo del Aceite. El hecho de que se encuentre adosada a la iglesia de San Hermenegildo contribuyó a que se mantuviera en pie la que los expertos consideran como la única puerta de época almohade de la ciudad.

Con estos trabajos de mejora se comenzaría, por fin, la restauración de la Muralla que anunció el Ayuntamiento que se acometería el pasado mes de mayo después de que varias asociaciones vecinales y entidades culturales reclamasen que se lleven a cabo estos trabajos de mantenimiento en un monumento declarado Bien de Interés Cultural en 1908.

La actuación comprendía la eliminación de la abundante vegetación aparecida sobre el muro interior de la muralla, que incluso ha provocado que florezcan algunas especies sobre las almenas más cercanas al Arco de la Macarena. Un hecho que está generando la rotura de los morteros y la argamasa ante la fragilidad de los materiales de construcción. Sin embargo, los trabajos tuvieron que retrasarse debido a que una colonia de vencejos había anidado en los huecos del lienzo donde se iban a acometer los trabajos «urgentes» de conservación contratados. Se trata de una colonia con una treintena de ejemplares y hasta que no termine la anidación no podrán comenzar los trabajos previstos.

Las últimas actuaciones de limpieza sobre el monumento se desarrollaron en el año 2007, durante el mandato del alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. Para ellos, la Gerencia de Urbanismo contó con un presupuesto superior a los 1,3 millones de euros, de los que la mayor parte se invirtió en el tramo entre la Puerta de Córdoba y el pequeño arco situado frente a la calle Sánchez Perrier, el más deteriorado de todos.

Esta rehabilitación supuso la intervención de arqueólogos y obreros, que realizaron tareas de excavación en toda la barbacana con objeto de convertirla en un paseo. Además, se limpiaron y repellaron los muros y se dotó al espacio de un sistema de iluminación artística. El Consistorio optó por la ampliación de los acerados interiores de la muralla, con la consecuente eliminación de aparcamientos en la calle Macarena. En aquel año también se intervino, aunque con menos detalle, el tramo restante hasta el Arco de la Macarena, que ya había sido objeto de una limpieza entre los años 1984 y 1988.

En aquella ocasión el Ayuntamiento planteó adecuar la Puerta de Córdoba como un centro de interpretación de las murallas y puertas históricas de la ciudad. Se trataba del punto de partida de un itinerario que llevaría al paseante a recorrer el espacio existente entre la barbacana y la muralla e incluso a subir a lo más alto de la Torre Blanca. Fue el enésimo proyecto fallido para abrir al público un monumento cuyo futuro turístico estudia el gobierno municipal.